El Valencia se despide con una paliza al Neptunas Klaipeda

Digna despedida a la Euroliga de un Valencia Basket que ya piensa en su próximo reto: la Eurocopa. Los taronja intentarán ahora revalidar el título tras su paso por la máxima competición del viejo continente con más pena que gloria. Se resarcieron de su precipitado adiós, en el que ni tan siquiera tuvieron opciones en la última jornada donde al menos sí que pudieron darle una merecida alegría a su entregada afición. Sobrepasando incluso los 100 puntos, los taronjan se dieron un festín a costa de un Neptunas Klaipeda que no pareció en ningún momento estar a la altura de estar jugándose el pase al Top-16. Los lituanos dependían de sí mismos para estar en la siguiente fase, pero terminaron vapuleados dejando su sitio al Galatasaray que, además, ha vencido en su casa al Olympiacos.

Lástima que la exhibición taronja no llegara hasta el último partido. Los de Perasovic estuvieron desatados y, lo más importante, muy acertados. Sato, Harandogy, Ribas, Loncar, Nedovic... Entraba todo. O casi todo. Muy buen partido en general de todos los que pasaban por el parquet que deberán refrendar este fin de semana en la Liga donde andan titubeantes. Desde el principio marcaron territorio y la ventaja fue aumentando progresivamente. Hasta once puntos de distancia cogieron en el primer cuarto (28-17) y casi doblaron la diferencia en el segundo (52-31).

El repaso llegaba a ser impropio de un equipo eliminado a uno que se estaba jugando la vida. Pero los lituanos pasaron por La Fonteta como si la cosa no fuera con ellos. En el tercer cuarto, una brecha de cinco puntitos más (75-49) y para rematar, doce más en el último y definitivo periodo para superar la centena y confirmar un sonrojante 103-65 y dejar en el aire la duda de qué hubiera pasado de jugar así los partidos anteriores. Seguramente sería otra la situación y el Valencia estaría entre los 16 mejores equipos de Europa, pero ahora le quedará el consuelo de defender título en la Eurocopa donde, de inicio, quedará encuadrado en el grupo N junto a uno de los cocos que querían evitar a toda costa, los rusos del Lokomotiv Kuban ruso, el Nancy francés y los rumanos del Asesoft Ploiesti.