Los Dallas Mavericks están jugando con fuego en este inicio de temporada, aunque por ahora todo les está saliendo a pedir de boca. El equipo texano sólo ha perdido ante los San Antonio Spurs, actuales campeones de la NBA, en su debut esta campaña y a partir de ese momento todo han sido victorias (3-1) como esta madrugada ante los Boston Celtics (118-113), pero con un problema que trae de cabeza a su técnico, Rick Carlisle: el equipo se viene abajo en las segundas partes.

Los Mavs sólo han perdido un cuarto en la primera mitad de los ocho disputados y además con un brillante balance positivo (+72), pero al llegar a la segunda mitad todo se da la vuelta. Sólo han conseguido llevarse dos de ocho y sólo Utah se quedó a un punto de los treinta tantos en un tercer cuarto. El balance en estos segundos periodos es demoledor: -46.

Y esta madrugada no fue distinto. Después de llegar al descanso con un +26 (67-41), los Celtics estuvieron a un punto (114-113) cuando sólo restaban 39 segundos para acabar el partido. "Es preocupante", dijo Parsons, líder en anotación en los locales con 29 puntos. El ex de los Rockets fue el mejor junto a un incontestable Nowitzki (27) y un decisivo Ellis (14, seis en los últimos segundos)

Los Celtics, por su parte, cosechan su segunda derrota del curso (1-2) a pesar de unos sobresalientes Jeff Green (35, líder en el partido), Bradley (32) y Rondo (15 asistencias). "Al final nos quedamos sin gasolina. No podemos permitir que los equipos contrarios sean tan agresivos en los primeros 12 minutos (recibieron 40 puntos esta madrugada en ese periodo)", subrayó Green tras finalizar un duelo que los de Massachusetts lucharon hasta los últimos segundos.