España gana a Chequia e irá por el lado dulce del cuadro

La Selección ganó a la República Checa (67-43) y elige el camino fácil; una ruta con menos curvas hacia las medallas en el Mundial de Turquía. El triunfo y el liderato del grupo A tenían doble premio: evitar el trance de los octavos (de haber perdido hubiera tenido partido mañana ante Francia o Canadá) y a las dos grandes favoritas, Australia y Estados Unidos, que jugarán por el otro lado del cuadro. Por lo tanto, la hoja de ruta se simplifica: el ganador del Bielorrusia-China será el rival en los cuartos el viernes y si España sigue invicta en el campeonato, probablemente, la anfitriona Turquía en semifinales.

La Selección arrancó con ciertas dudas. O nervios. Los balones no le llegaban a Sancho Lyttle, aunque Laura Nicholls aportaba en los dos lados de la pista. El porcentaje de tiros, como ya ocurrió ante Brasil, tampoco era alentador en el inicio del partido: 6 de 20 en ese primer cuarto. Elhotova puso el +3 a favor de Chequia (4-7, min. 5), pero de nuevo la entrada en pista de Silvia Domínguez y Anna Cruz revolucionó el partido. Mondelo ha encontrado el antídoto al atasco ofensivo y es la pareja de 'bajitas' españolas. Eso y apretar atrás (Lytte 'había robado' cuatro balones al descanso y, utilizando la jerga tenística, forzando muchos errores al rival). Chequia sólo anotó cuatro puntos en casi trece minutos de juego y España despegó (de ese 4-7 al 28-11). Además, la mayor amenaza checa, su tiro exterior, se transformaba en un mayor hándicap: 1 de 8 en los tres primeros cuartos y 2 de 10 al final, con su máxima anotadora en este Mundial, Kulichova, inaugurando su marcador en el asalto final.

El equipo centroeuropeo consiguió rebajar la renta a doce (38-26, min. 24), pero no fue capaz de atosigar, ni un poquito, a la Selección. Lyttle entró en el último cuarto firmando un nuevo doble-doble (ha alcanzado los dobles dígitos en puntos y rebotes en todos los partidos de este campeonato; ante Chequia terminó 17 y 14 ), mientras que Laia Palau alcanzaba la máxima española con un triple desde la esquina (64-40). España sobrevivió a un partido más trabado y menos estético y ya está en cuartos de final. El objetivo que se marcó Mondelo al inicio del campeonato ya está cumplido. Ahora le tocará mirar para arriba.