España derriba a Senegal, de paso para Francia

Dos años después del bronco cruce olímpico en Londres, Francia regresa ante la Selección en cuartos de final de un evento de máximo nivel mundial. La misma Francia que jamás ha ganado (0-10) a una España con Pau Gasol. Pero antes toca descanso: hasta el miércoles. Y lo último antes de estos días de descanso fue lo que pareció un espeso esfuerzo de percusión frente a la reluciente capacidad atlética de Senegal. Inevitablemente, la inmensa profundidad del asalto español disolvió y desparramó la partitura senegalesa como un puñado de cenizas pulverizadas: 89-56.

En la sabatina del Palacio, lo que se esperaba como una embajada sonriente de boys o chicos del Senegal apareció de súbito como una altísima, brillante línea de bayonetas volantes, apuntadas al cielo de la zona española… por cuatro interminables hombres de ébano que rozaban los 2,10 de promedio. Sin expresiones ingenuas o adolescentes. En todo caso, con la mirada de unos chicos hechos hombres en la espera del combate. La capacidad atlética de Senegal ligada con su promedio de altura y las fases de solemne autocomplacencia española retrasaron un marcador que se veía venir desde el 6-0 inicial.

A través de un show de conexiones con Ricky Rubio (seis asistencias) más propias de una play, Pau Gasol firmaba nueve puntos en seis minutos y Senegal sólo veía al fantasma de su estrella, Gorgui Dieng, que desapareció durante el calentamiento, regresó muy poco antes del juego y anotó sus dos primeros puntos (de seis) en el minuto 27.

Los propósitos y las extremidades de Senegal (Faye, Badji, Hamady Ndiaye…) oscurecían las luces del Palacio a las fortalezas volantes españolas. A ras de pista, el espacio se achicaba para los tiradores, cegados ante la altísima zona de los leones de Dakar: tras el 23-17 al final del primer cuarto, el minuto 15 se cruzó con 30-24 y 0/8 en triples para España, que a esas alturas fallaba hasta cuatro tiros libres en fila. En el intermedio era 41-28… y 1/11 en triples: uno de Llull.

Después, y como en Granada ante Brasil, Francia y Serbia, el despegue de la Selección retumbó con el sonido rítmico y monocorde de cadenas que aplasten gravilla. Se fueron desgastando la zona y la energía de Senegal (que dominó 33-37 en rebotes) y ahí surgió el mejor Calderón (3/4 en triples, 11 puntos) para arreglar la cosa de los tiros lejanos: 62-43 al fin del tercer cuarto, 70-46 en el minuto 33, asunto resuelto con 17 puntos de Pau Gasol (que se dolió de la rodilla, tratada con hielo), 11 para Ibaka y Felipe Reyes… y otros nueve de Marc: 48 puntos acumulados entre los cuatro pívots. Francia vuelve a ponerse ante una máquina liderada por Pau Gasol cuando ya no caben contemplaciones: la final está a tiro de dos partidos. Mal momento para los bleus.