Estados Unidos - México
La apisonadora de EE UU amenaza a un México feliz
Gustavo Ayón llega al encuentro entre algodones por un problema en el hombro pero que jugará sin duda esta tarde (16:00 Energy) ante un rival que anota 102 puntos de media.
Estados Unidos inicia ante México lo que debería ser su escala en Barcelona previa a la lucha por el oro en Madrid. Lo contrario sería un cataclismo difícil de imaginar a la vista de un cuadro amable y que deja en el otro lado de la pelea a España, Brasil, Grecia, Francia, Croacia, Serbia y Argentina. Si gana a México, en cuartos le esperaría la República Dominicana, a la que ganó sin despeinarse en la primera fase, o Eslovenia, a la que arrasó en la preparación.
Su Mundial ha sido hasta ahora una mezcla de paseo y fase de ensamblaje. Ha ganado sus cinco partidos con pocos tramos de máxima intensidad y aún así acaba la primera fase como líder en anotación (102,2 por partido), diferencia media (32,2), porcentaje de tiro (54%), rebotes (42), asistencias (23) y robos (15,6). Todo eso sin que nadie juegue más de los 23 minutos por partido (Irving) y con Faried y Davis entre los más valorados del torneo sin llegar a los 22 por cabeza. A partir de ahora veremos fases más constantes de intensidad alta y más meticulosidad en las obsesiones de Krzyzewski: paciencia, circulación y equilibrio entre el juego interior y el exterior.
Sorpresa. México llega sin nada que perder, convertido ya en un éxito su primer Mundial en 40 años y con el orgullo como seña de identidad de un grupo muy bien articulado por el granadino Sergio Valdeolmillos. Sus opciones de plantear batalla pasan por tener un muy buen día en el tiro, con Pako Cruz a la cabeza, y por la producción de su pareja de outsiders NBA: Jorge Gutiérrez y, sobre todo, un Gustavo Ayón que llega entre algodones por un problema en el hombro pero que jugará.