Croacia logra el pase con una exhibición ofensiva ante P. Rico

Croacia (Jasmin Repesa incluido) se dio un baño de autoestima en el decisivo partido ante Puerto Rico. Quien perdiera quedaría fuera de los octavos de final. Sin embargo, quien esperara un duelo a vida o muerte, lleno de emoción y con alternativas en el marcador se tiene que haber llevado una profunda decepción. Un parcial de 13-0 de salida a favor de la selección balcánica fue el mejor anticipo posible de lo que ocurriría a continuación: un paseo de los croatas (103-82) ante una desquiciada Puerto Rico, que vio como los colegiados les señalaron un par de técnicas.

Como viene siendo habitual a lo largo del torneo, Dario Saric (15 puntos en 14 minutos) y Bojan Bogdanovic (23 tantos) fueron los sustentos croatas. El único pero para los balcánicos fue el elevado número de pérdidas: 22. No obstante, supieron aprovechar su mejor juego colectivo (26 asistencias repartidas), su dominio bajo los aros (34 rebotes a 25) y su buena mano para el lanzamiento exterior (11/24 desde la línea de 6,75) para, primero, consolidar su ventaja inicial e ir alargándola conforme avanzaban los minutos. Con semejante escenario, Repesa dio descanso a la columna vertebral de su equipo y optó por repartir minutos entre los menos habituales, casos de Hezonja, Andric y Babic.

En el otro bando, apenas Juan José Barea pudo dar réplica al vendaval ofensivo rival. La ovación general que recibió por parte del público presente en el San Pablo de Sevilla cuando cometió la quinta falta personal a 9 minutos de la conclusión sirvió como reconocimiento al gran torneo completado por el base de los Timberwolves. Prácticamente ha sido la única luz en medio de la penumbra que ha supuesto el paso de los de Paco Olmos por España. El técnico valenciano no ha podido ser profeta en su tierra.

Ahora, y antes de afrontar el cruce de octavos (aún por determinar), Croacia deberá dar las explicaciones oportunas al caos generado desde primera hora del día cuando ciertas informaciones apuntaban a un posible motín por parte de los jugadores para apartar al seleccionador del equipo. Finalmente nada de esto sucedió y, a juzgar por lo ocurrido esta tarde, estos problemas (en el caso de haberlos) no afectaron al equipo croata, que completó, de largo (junto a la victoria ante Argentina), el mejor encuentro del torneo cuando sentía la presión de estar con la soga al cuello.