Si Andre Iguodala, que estuvo en los Juegos de Londres y ahora está de vacaciones, ofendió a Nueva Zelanda cuando comparó vía Twitter su haka con un baile de hip hop cualquiera, el Team USA se encargó de enviar sus disculpas con un triunfo sobre Ucrania envuelto en papel de regalo para los neozelandeses, que necesitaban ganar a Finlandia y que Estados Unidos no pegara el padre de todos los petardazos y perdiera. Así sucedió y los dos equipos estarán en octavos. Los Tall Blacks contra muchos pronósticos, los estadounidenses como parte de su puesta a punto hacia la lucha por las medallas, que ya está una semana más cerca.

El equipo de Mike Krzyzewski dejó en Bilbao sonrisas, una excelente imagen pública y cinco triunfos en cinco partidos que han sido poco más que entrenamientos. En total, una media de 102,2 puntos a favor y 69 en contra. Es decir, 32,2 de diferencia, clavado al promedio de la primera fase de Pekín 2008, mejor que el del Mundial de Turquía (24,8) pero sensiblemente inferior al que sumó en sus cinco primeros partidos el descomunal equipo que compitió en Londres 2012 (38,2 de media). Nadie le ha exigido demasiado en un grupo en el que cualquiera pudo ser segundo y cualquiera sexto. Y en el que Ucrania se queda fuera por sus propios pecados en los capitales partidos ante Finlandia y Nueva Zelanda.

En el día de su cantado adiós, una vez conocida la derrota de Finlandia, Ucrania dejó una aseada versión de ese baloncesto ortodoxo y castrense con el que Mike Fratello trata de que el conjunto supere a la suma de las partes, y se dio el pequeño gusto de ganar el primer cuarto (19-14) a un rival que hizo un guiño a las costumbres ibéricas y salió a jugar en plena siesta. Ucrania fue por delante durante más de diez minutos (25-25 minuto 14) y no alcanzó los veinte de desventaja hasta el ecuador del último cuarto, cuando Kyrie Irving puso tras robo y mate el 64-85. Irving, que ha jugado una muy buena primera fase, dio además el susto de la tarde con un costalazo tremendo tras una aparatosa caída cuando el partido rozaba el último minuto y la ventaja, la treintena (65-93). Fratello dejó buen sabor de boca entre sus compatriotas, entre ellos un Krzyzewski al que le unen cuatro décadas de amistad, y también lo hicieron cuando el rival aflojó el ritmo defensivo Jeter (que nació en Los Ángeles) y el gigante Kravtsov, que juega (muy poco) en la NBA: de Detroit a Phoenix.

El partido fue el quinto paseo por Bilbao, de donde se marcha Kenneth Faried con más de 21 de valoración media (20 esta vez con un par de mates de la factoría Manimal) pero con la pena de no haber visto el Guggenheim porque estaba cerrado el pasado lunes, día libre del equipo. No se pueden sacar grandes conclusiones porque esta versión tan híper elástica y talentosa como joven e inexperta de Estados Unidos apenas se ha visto exigida. Ha arreglado los partidos con un puñado de tramos de máxima intensidad, en ráfagas (esta vez, 13-30 en el segundo cuarto) que al menos han dejado ver hasta dónde puede llegar en formato de máxima intensidad durante 40 minutos, con su defensa felina y sus transiciones sísmicas. Suponemos que en los partidos decisivos no comenzará tan disperso como en los de esta primera fase y se aplicará más con las obsesiones de Coach K: paciencia y equilibrio. En la práctica, concentración defensiva en las ayudas y cuando el rival no se embota en los primeros segundos de posesión. Y sobre todo circulación en ataque y búsqueda de buenos tiros cuando se enfrentan a esas defensas en zona FIBA que les resultan aborrecibles.

Además, no ha quedado duda del orden del roster, con la pareja de superhéroes Faried-Davis por dentro con Cousins y Gay como relevos y Drummond y Plumlee en conserva para los duelos ante los pívots de Brasil y España. Por fuera, han ido subiendo revoluciones Irving, Harden y un Curry que pasó de quejarse del balón en días anteriores a firmar un 3/4 en triples esta vez. Klay Thompson aporta pegamento a la rotación y tiro exterior (otra de las zonas inestables del equipo) y Derrick Rose está lejos del mejor Derrick Rose, mejor en defensa que en ataque aunque, una buena noticia para Chicago Bulls, capaz de jugar sin problemas aparentes tres partidos seguidos y cinco en seis días. En fin, cinco palizas al zurrón y viaje a Madrid con escala en Barcelona, donde comienzan su Mundial en octavos de final ante México, el sábado a las 16:00. Para entonces, Ucrania ya estará viendo el campeonato en televisión.