ESPAÑA 82 -CANADÁ 70
La Selección bate a Canadá con 62 puntos de sus cuatro pívots
España arrasó de salida al equipo canadiense y luego se durmió en la segunda parte (parcial de 35-41). Entre los Gasol, Ibaka y Reyes sumaron 62 de los 82 puntos.
Si un aficionado español de hace veinte años, no es necesario ir más atrás, se metiera en una máquina del tiempo y apareciera aquí y ahora, listo para ver cualquier partido de la Selección, abriría la boca de asombro y no la cerraría en dos horas. Lo que dura un partido y otros veinte minutos de propina para recuperarse. España tiene un equipazo, aunque ni siquiera nos referimos al juego. Sino a su batería de interiores, nacida en parte en el Mediterráneo, pero que es del otro lado del Atlántico. De Dream Team. Tiene a los dos pívots de 2,15 más talentosos del mundo y a uno de los mejores intimidadores de la NBA. Los Gasol e Ibaka, que es como si en la época de nuestro aficionado viajero clonaran a tipos como Sabonis. Uno, perdónenme, nunca podrá verlo con ojos rutinarios, sino de asombro. Y luego ya viene el partido.
La incertidumbre en el duelo duró menos de ocho minutos, lo que tardó España en ponerse 23-7. Al descanso, la amenaza interior local aplastaba al equipo canadiense. Entre los tres angelitos: 31 puntos, 13 rebotes y 45 de valoración. Poca defensa, hay que decirlo, con Canadá algo apocada por el ambiente y el enemigo. Cosa habitual ya en los rivales de estas giras, que las alejan del rigor de un campeonato. Se juega con eso, de ahí que haya siempre salida al extranjero (este año, Turquía).
Lo mismo que nos asombra (la calidad de los gigantes) condiciona la manera de moverse de la Selección. Menos carreras y más juego posicional. Eficacia al poste, en la continuación, en el dos contra dos a cambio de perder algo de la velocidad de siempre. Exteriores un pelín coartados (la baja de Rudy, también Abrines, se nota), aún a la caza de la fluidez que llega con el rodaje, con la sucesión de partidos. Apenas fue el primero de ocho antes de la Copa del Mundo. Pau Ribas debutó, y Ricky y Sergio Rodríguez jugaron varios minutos juntos (5 de 18 en el global de los triples, con dos dianas del mayor de los Gasol y otras dos de Ibaka).
La actividad española se apagó al descanso. El resultado (47-29) no ayudaba a mantener la tensión y, a la vez, Canadá mejoró atrás, en defensa y en el rebote, mientras que Cory Joseph (San Antonio Spurs) comandaba el empujón (19 puntos y 4 asistencias). De ahí hasta el bocinazo final, España se movió a tirones, con Felipe Reyes destacado (¡otro interior!), con galopadas desperdigadas y algo más floja en la retaguardia. Entre los cuatro pívots (añadimos ya a Reyes) sumaron 62 de los 82 puntos. No fue día de perímetro, queda claro, ni de segundas partes. En ella, los de Jay Triano se impusieron por seis (35-41). El domingo, más y mejor ante Angola. Sigue la gira, de A Coruña a Sevilla. Queda trabajo y queda tiempo.