Hernangómez: "Felipe sólo hay uno, pero ojalá me parezca a él"

Después de lograr la plata el 20 de julio con España en el Europeo Sub-20, Willy Hernangómez, que estuvo la pasada campaña cedido en el Cajasol, no tuvo casi ni tiempo para asimilar que las categorías de formación se habían acabado para él. Dos días después comenzaba su andadura la concentración con la absoluta como invitado. “Me apetecía mucho estar en el mismo hotel y compartir mesa con gente como los Gasol, Ricky Rubio, Calderón… Poder convivir con los mejores jugadores de España y aprender de ellos es una experiencia inolvidable”, explica el mayor de los Hernangómez, que llegó “con nervios” pero algo más de confianza al conocer a parte de los internacionales, entre ellos, a Felipe Reyes, un jugador con el que suelen compararle. “Felipe sólo hay uno y sólo va a haber uno, pero ojalá me pudiera parecer a él lo más posible. Ha sido mi maestro en todo este tiempo y he aprendido de él un montón”, añade la perla madridista, que si tuviera que quedarse con algo del capitán sería “con su corazón”. “Esa garra, ese corazón que demuestra cada día, cada partido. Me encantaría tener su coraje”.

El futuro pívot de esta Selección se ganó la pasada temporada la confianza de Aíto en Sevilla, donde terminó jugando de media casi 20 minutos en playoffs. “Este año ha sido muy importante para mí, porque Aíto me ha dado mucha confianza. Pude jugar minutos, que para alguien joven como yo es muy importante. Ha sido un curso en el que he intentado sacar un poco la cabeza en la Liga Endesa, pero me queda muchísimo por mejorar. Ojalá pudiera tener otro año como éste”, dice el pívot madrileño al que no le importaría seguir cedido otro año más: “Yo lo que necesito ahora es jugar minutos. El Madrid va a encontrar la mejor solución para mí. Si cree que volver a Madrid es lo mejor, yo encantado de regresar a mi casa”. Antes de conocer su futuro en el baloncesto de clubes, ha disfrutado con la Selección hasta el momento de decir adiós como otro de los invitados, Dani Díez, aunque le tocó pagar la cena de matrícula. “Es lo que toca, pagar la novatada”.