EUROPEO SUB-20

Oriol Paulí mete a la Selección en su cuarta final Sub-20

El escolta del Barcelona anotó un alley-oop sobre la bocina que le da a España su tercera medalla del verano. La final, este domingo ante Turquía (20:30, TDP).

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Oriol Paulí no estaba jugando su mejor partido, pero se convirtió en el gran héroe de la Selección Sub-20, que hoy se jugará ante Turquía (20:30, Teledeporte) el subir a lo más alto del podio. Con 1.8 segundos por disputar y los ánimos enfriados tras un triple de Gabric que había puesto las tablas en el marcador (61-61), la conexión entre el escolta del Barcelona y Alberto Díaz en forma de alley-oop, metió a España en otra final. La cuarta para la Selección Sub-20 que, eso sí, sólo ha conseguido un oro, el de 2011. ¿Se acuerdan de Bilbao y un tal Nikola Mirotic?

Los chicos de Jaume Ponsarnau han ido de menos a más en este campeonato. Dos tropiezos en la primera fase (Eslovenia y Serbia), pero sin fallo en los últimos seis partidos. Y, además, con alguna exhibición incluida. Una canasta de Vicedo desde la esquina, pisando la línea de 6,75, puso el +9 para España (32-23, min. 17), pero Croacia se rehízo desde el triple. Anotó dos seguidos (33-31)para obligar a España a pedir un tiempo muerto. Los balcánicos llegaron al descanso con más lanzamientos de tres (7 de 17) y también con más acierto; sólo 5 de sus 14 tiros de dos pasaron por el aro.

Pero la Selección, tras el parón, se contagió de ese desacierto. Más de seis minutos sin anotar (terminó el cuarto con sólo 7 puntos) que los croatas aprovecharon para darle la vuelta al marcador y ponerse tres arribas (35-38). Además, Willy Hernangómez había cometido la tercera y Alberto Díaz no tenía la muñeca tan fina como otros días. Todo eran malas noticias para los de Ponsar­nau que, eso sí, redujeron algo la renta croata que llegó hasta los nueve (39-48), para entrar en el asalto final con una cuesta de pendiente 6, los puntos por los que ganaba el conjunto balcánico.

Y en ese último round fue Croacia la que se derrumbó. Primero porque Sebas Saiz estaba en estado de gracia y, segundo, porque Díaz se recompuso para enchufar una canasta de tres puntos que acercaba de nuevo la final (54-59) y porque después, tras otro susto en forma de triple croata, el pelirrojo del Unicaja templaba los nervios con una penetración (61-57).España pudo rematar en ese momento, pero no lo hizo y permitió ese triple que, a 1.8 para el final, parecía mandar el encuentro al tiempo extra. Y ahí Ponsarnau sacó la pizarra para convertir a Paulí en héroe y darle a España su octava medalla seguida en esta categoría. Sólo falta saber de qué color será. La solución, esta tarde ante Turquía a las 20:30.