MUNDIAL SUB 17 FEMENINO
Una gran España roza la proeza ante Estados Unidos (77-75)
Un partidazo de Ángela Salvadores (autora de 40 puntos) hizo soñar hasta el último minuto a las de Víctor Lapeña. La Selección mantuvo contra las cuerdas a las grandes favoritas.
No pudo ser. La Selección española Sub-17 rozó la proeza ante Estados Unidos (77-75), las grandes favoritas, quienes en los tres Mundiales disputados de la categoría no han conocido nunca la derrota. Fue España quien estuvo a punto de conseguirlo. Y en parte fue gracias a la espectacular (o elijan el calificativo que más les guste) actuación de Ángela Salvadores. La escolta ovetense, otro fruto más del Siglo XXI, anotó 40 puntos, la máxima anotación de una anotadora en un Campeonato del Mundo de la categoría.
Mostró que nos encontramos ante un proyecto de jugadora a tener muy en cuenta. Pese a no conseguir el oro, su designación como MVP del torneo no hizo otra cosa que hacer justicia. Ella fue quien se echó al equipo a la espalda al inicio del encuentro, cuando las españolas salieron algo más tensas de la cuenta. Sus penetraciones impidieron que las diferencias de los rivales superasen los cinco puntos. El encuentro siguió esa dinámica, con Estados Unidos (apoyado en el trabajo de Lauren Cox -su mejor jugadora de largo- en la pintura) manteniéndose arriba en el marcador con escasas rentas. Cualquier intento rival de romper el partido era contrarrestado por el gran corazón mostrado por las españolas. Un entrega encomiable la suya. Todo pundonor.
Sobre todo cuando en el inicio del tercer cuarto pareció que la superioridad física de las chicas dirigidas por Susan Irene Phillips acababa de romper la final. Tras un tiempo muerto de Víctor Lapeña se pasó del 42-31 al 47-45. Un parcial de 5-14 que coincidió con el extraordinario acierto desde la línea de tres puntos de Maite Cazorla. Mientras tanto, Salvadores seguía a lo suyo. Daba igual el qué y cómo lo hiciese, que acabaría encontrando el aro rival.
En el inicio del último cuarto España tomó la iniciativa en el electrónico. Ya no parecía un espejismo, sino que era real. El oro Mundial estaba cada vez más cerca. Sobre todo cuando otro estratosférico lanzamiento de tres puntos ponía a España con un 65-68 a favor a falta de 5 minutos. Ahí se le fue acabó la gasolina al equipo español que no el espíritu de sacrifico y entrega. Un tiro libre de Iris Junio, el tercer pilar español, establecía un empate a 71 a falta de 1:35.
Entonces surgió la figura de Asia Durr, quien ejerció de verdugo con dos canastas consecutivas que acabaron por decidir la contienda. La batalla podría haber continuado, pero los colegiados pitaron la falta en ataque de Iho López en un bloqueo indirecto antes de un triple de Cazorla que hubiese dejado todo por decidir.
No hay quedarse con el mal sabor de boca de ese instante. Si no con el buen rato de baloncesto que estas chicas nos ofrecieron una calurosa tarde de domingo. Con el paso de las horas esta plata será valorada en su justa medida y en cada instante su sabor será más cercano al oro. Y la actuación de Salvadores como el partido que confirmó a una futura estrella. Al tiempo.