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MACCABI 76- REAL MADRID 77

El Madrid, con Bourousis y Sergio, asegura el factor pista

Ganó en la siempre difícil cancha del Maccabi. A falta de dos segundos, un tiro libre fallado por Tyus evitó la prórroga. El CSKA le adelanta en la pelea por la primera plaza
Madrid-Bilbao: Liga Endesa

Ioannis Bourousis (c) del Real Madrid ante Joe Ingles (i) del Maccabi Electra.
Ioannis Bourousis (c) del Real Madrid ante Joe Ingles (i) del Maccabi Electra.OLIVER WEIKENEFE
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Más incertidumbre y tensión que calidad. Más variantes defensivas (zonas de ajustes a tutiplén) que acierto desde el perímetro. Más sensación de alivio para el Madrid que de alegría al acabar el partido. Luego, ya sí, saboreó el premio: segunda plaza del grupo asegurada, factor cancha en el playoff de cuartos. El camino a la Final Four pasará por el Palacio. La duda, ahora, es si será primero o segundo. Mantiene la pugna con el CSKA a falta de dos jornadas. Con el average particular empatado, los de Messina recuperan el liderato por la diferencia general entre puntos encestados y recibidos: 126 a 124 tras vencer en Moscú por siete (77-70) al Bayern.

Alivio, decimos, porque Slaughter cometió una absurda falta a dos segundos del final que terminó en canasta de Tyus y tiro libre adicional. Los blancos vencían por tres puntos (74-77), Blu erraba el triple y Tyus atrapababa el balón bajo el aro. No había tiempo, pero Slaughter se equivocó. Palo. Valía con que le dejara anotar. Puños apretados en el Yad Eliyahu para forzar la prórroga y… Tyus falló desde la personal. Bourousis, pieza clave, capturó el rebote. Gran alivio. Para Slaughter y para el resto, también para Mejri, que pasó el mal trago de Tel Aviv (buenos minutos en el primer cuarto). En Túnez le pedían que no jugara, incluso que no viajara. Que boicoteara a Israel. “Han llegado a decir que si no lo hacía avergonzaría a mi familia e iría en contra de nuestra fe”, aseguró al portal One.

El Maccabi reaccionó dos veces, primero cuando Mirotic amagaba con romper el duelo y después cuando el Madrid apretaba atrás con Draper en pista. Enmudecía la grada amarilla: 54-62 y... la bocina del tercer cuarto ya había sonado, pero el balón aún volaba. Lo había lanzado Devin Smith desde su zona (24 o 25 metros de distancia), muchos ya ni miraban. La clavó limpia. La espoleta a un 11-0 de parcial que casi le da la gloria (65-62).

Pero el Madrid se acuclilló a tiempo. Defensa y calma, la de Sergio Rodríguez para anotar siete tiros libres seguidos (11 de 11 en total para 21 puntos y 30 de valoración) y la de Rudy, que, en un día aciago en el lanzamiento (2 de 8), metió la penúltima. Amago, acomodo y triple. La última fue de Bourousis, tirito en carrera a tres metros del aro: 74-77. Colofón perfecto a un gran partido del pívot griego. Le complicó las cosas de inicio a Schortsanitis, al que le faltó tacto en la muñeca para rematar al poste. Y se gustó en el tercer periodo: firmó 10 de sus 14 tantos, a los que añadió 10 rebotes y 2 tapones (26 de valoración). Vital para compensar las trampas defensivas de Blatt, sus zonas de ajustes y los cambios continuos de emparejamientos. Esa actividad, esa brega levantó a los locales antes del descanso con un 22-11 (37-33). En ataque, los cinco jugadores se abrían más allá de la línea de tres para jugar con los espacios, las penetraciones y las puertas atrás. Devin Smith ejecutaba (23 tantos) y Tyus volaba (18) hasta que se topó con el último tiro libre. Cayó de las alturas. Villano. Los héroes esta vez vestían de azul: Sergio y Bourousis. Aunque quien más buscó los focos fue Luigi Lamonica, un árbitro con un afán permanente de protagonismo. Malsano. Dos jornadas dos. Es lo que queda de Top-16.