Todo parecía cuesta arriba tras perder el primer partido de la final ante un equipo con mayor presupuesto, mejores individualidades y con la pívot más dominante de la competición, la australiana Cambage (2,04) que promediaba 32 puntos y 9 rebotes por encuentro. Además, semanas antes, en el penúltimo partido de fase regular, las capitalinas habían vencido al equipo de Taiyuan por casi 30 puntos de diferencia (102-75). Pero el Shanxi de Lucas Mondelo tenía un as en la manga. El técnico llevó a su equipo a equilibrar la serie a domicilio el pasado viernes (90-97) iniciando una batalla psicológica que descentraría a las tiradoras del Beijing gracias a su defensa zonal de ajustes . El tercer partido alimentaría la épica del entrenador español y su ayudante César Rupérez . En un encuentro complicadísimo con las dos pívots titulares lesionadas, tras una serie de acciones polémicas protagonizadas por Cambage, una zona match up y el perfecto scouting para atacar a la pívot australiana sacándola de su zona de influencia sirvió para dejar al gran favorito tocado (83-91 y 2-1) Faltaba rematar la faena y, pese a contar prácticamente, con sólo seis jugadoras sanas el Shanxi de Lucas Mondelo aguantaba las embestidas de un rival que perdía fuerza conforme avanzaba el partido. Maya Moore (39 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias) volvió a ser definitiva reivindicándose como la mejor jugadora del mundo bajo la batuta del seleccionador español. Así finalizó la final de la Liga China con un 82-73 que certificaba el segundo milagro consecutivo de Lucas Mondelo en China pese a haber tenido que reconstruir su equipo al 90%. Una gesta que tuvo el reconocimiento de su estrella. Al terminar el partido Maya Moore cortó las redes de las canastas y se las regaló al Seleccionador Español como símbolo de respeto a su trabajo.