Victoria de mérito del Laboral Kutxa en la capital alavesa. Los jugadores del equipo vasco dedicaron la victoria al fallecido Manel Comas, que un día como el de hoy, habría cumplido 68 años. Con este resultado, y tras las derrotas del jueves de Lietuvos y de Estrella Roja, los vitorianos tienen muy fácil el pase al Top-16. Dependen de sí mismos y tienen varias oportunidades para rubricarlo.

Baskonia arrancó como un ciclón. Tres triples (uno de Heurtel y dos de Jelinek) como presentación ante un Panathinaikos desbordado. San Emeterio, hipermotivado, junto a sus compañeros se marcharon al final del primer cuarto con un ejemplarizante 34 a 19. Explosión baskonista y atasco heleno sin precedentes.

En el segundo cuarto, los vitorianos mantuvieron el ritmo en los primeros minutos (42-21, min. 13) pero luego bajaron el pistón ante el gigante heleno (se pasó del 55-36 al 55-44 del descanso). Al tiempo de receso se llegaba con un sensacional San Emeterio (15 puntos) contrarrestado, como no, por Diamantidis (12 puntos).

Laboral Kutxa salió frio en la tercera entrega y permitió el acercamiento de los atenienses (57-53 sumando un parcial de 2-9 en contra en el minuto 25). Para entonces, Baskonia tenía ya diez pérdidas y Tibor Pleiss penaba en el banco con su cuarta falta personal. Con el 57-58, Panathinaikos se puso por primer vez por delante en el luminoso (min. 28). Al final de ese cuarto se llegó con un inquietante 65-62.

La última entrega fue trepidante. Baskonia estiró la goma en apenas tres minutos (73-65) lo que obligó al Panathinaikos a pedir tiempo muerto. A pesar de ello, los del trébol volvieron a estrechar el marcador y con 79-77, Diamantidis falló un triple lejano que clasifica virtualmente al Laboral Kutxa para el Top-16.