REAL MADRID 98 - BROSE BAMBERG 58
El Real Madrid saca el rodillo
Enorme exhibición del Real Madrid ante un Bamberg desbordado desde el inicio. Los mejores fueron Mirotic, Llull, Carroll, Sergio Rodríguez y Felipe Reyes.
![Sergio, en un instante del partido.](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/AKRPFRG3E5PKFK6R2K7YYGRU3Y.jpg?auth=3046792d6ac21b4467b3c047e9f6432b3edebf99b98a7fdd3eeec92c85145155&width=360&height=203&smart=true)
"Cuando te cruzas con el Bamberg, sabes que te toca sufrir”, aseguraba Laso en la previa. Pensarán que tiró de tópico para elogiar al rival, incluso que ahogó alguna risita; pero no, expresaba lo vivido. El triple de Draper sobre la bocina de hace un año, la prórroga de hace tres, el traspié en Alemania... Siempre frente a un Bamberg atrevido y a la vez eficaz. Elegante. Con un baloncesto de pase y de movilidad continua. ¿Qué ocurrió ayer? Pues que ni rastro de todo eso.
Podríamos decir que el equipo alemán es peor que el del año pasado a la espera de Velickovic, y es verdad. Pero quizá sea momento de mirar atrás en el corto camino del Madrid esta temporada y recontar los rivales que ha ido dejando en la cuneta: apabulló al Bilbao (+39), le ganó al Barça la Supercopa, machacó al Valladolid (+34), venció con solvencia en Kaunas (+20), dejó en cueros al Baskonia (+33) y ahora hunde en la miseria al Bamberg (+40). Demasiadas demostraciones, y muy seguidas, para achacarlas al nivel de forma del enemigo.
Ver a este Madrid es una gozada, como lo ha sido en las últimas temporadas por su juego ofensivo, donde ni siquiera tiene que abusar del bloqueo y continuación, como es ley exasperante en el baloncesto moderno. Pero ahora, además, el grupo está maduro y trabajado. Exhibe una solidez atrás, unos automatismos que hace dos años ni soñaba. Si a eso le añadimos el talento de sus jugadores, mejorado por el conocimiento mutuo y la evolución de los Mirotic, Sergio y Llull, resulta un cóctel formidable.
Un bloque que se realimenta y que en días como el de ayer, en el que se sabe muy superior, ya es capaz de bajar a la arena para noquear con su defensa, con sus robos (9), con sus tapones (7) a un rival que pasó de digno a juguete roto en manos blancas. Llull y Mirotic completaron una primera parte modélica. Reyes, Carroll y Draper tomaron el relevo, mientras que Mejri y Sergio lo adornaron con acciones de muchos quilates. De nuevo, un abismo en la valoración: 138-29, brecha que asombra menos a fuerza de repetirse. El Madrid sonríe con el rodillo en la mano a la espera de desafíos mayores.