Claver: “No tuvimos las mismas ganas de ganar que Grecia”

Ya con perspectiva, ¿qué les pasó con Grecia y cómo les puede afectar cara al futuro inmediato?

Pasó que no tuvimos las mismas ganas de ganar que los griegos, ellos querían ganar más que nosotros, quizá se veían más presionados, y normalmente… el que más quiere ganar, ese es el que gana. Grecia es un buen equipo: juega bien y venía de dos derrotas. Perder los dejaba casi eliminados. Por lo demás, nosotros estamos tranquilos y pensamos que este campeonato se puede ganar: lo mismo que pensábamos el primer día.

Se ve con dosis de auto­crítica­.

Para salir adelante hay que ser autocrítico: para el mal y el bien. Sabía que tenía que subir la intensidad. Tenía que estar más activo, me lo propuse… y ha salido un buen partido. Después ya coges más o menos rebotes. Con Marc Gasol­, todo es más fácil: le gusta abrir el campo y saca partido al juego sin balón.

Usted, con sus 2,07 de altura, ¿se ve más como un ‘tres’ o alero-alero, o como un ‘cuatro’, más cerca del aro? ¿Qué dicen en Portland?

Básicamente, me gusta jugar abierto. En el ala. Con Marc, como decía, es fácil jugar de cuatro. Es como pasa en la NBA: se produce un bloqueo y el balón viene desde el pívot directamente a esa posición. No pasa por tantas manos como en Europa. Esa es una gran diferencia entre el juego de Europa y el de EE UU. Y en Portland­, bueno… yo vivía de lo que me llegaba: eso me hacía estar más activo.

¿Con quién trabaja especialmente en Portland? Se le ha visto defender duro…

Con los técnicos Dale Osbourne­, Kaleb Canales y David Vanterpool. Allí tienes que morir atrás, en defensa. Trabajamos en el tiro: balance y extensión. Y en el uso del cuerpo. Sólo así te puedes plantear defender a Kevin Durant, uno de los jugadores a los que más me motiva enfrentarme. He aprendido a admirar a LeBron James, por cómo es capaz de adaptar al equipo todo lo mucho que es capaz de hacer.

Y en Portland, ¿cómo le va?

Vivo en el centro. Llueve casi siempre. Me acompañan bien Joel Freeland, algunos amigos valencianos que hay allí… y el Skype. Leo libros, aunque no todos los que quisiera. El último fue California 83. Pero vivo de hacer lo que me gusta, he jugado en mi casa, Valencia, y ahora tengo una oportunidad en la NBA. No me quejo.