"Me costó 18 años, pero tengo el oro más bonito del mundo"

¿La final ante Francia fue su partido más especial?

En mi carrera ha habido muchos partidos especiales, pero es uno de ellos porque ha tenido el premio de este oro. Tuve mis minutos, cogí un rebote, robé un balón... Todo eso me sabe a gloria.

¿Qué se le pasó por la cabeza cuando Lyttle encestó la canasta final?

Hay que hacerle un monumento. Metió un canastón. Lucas me sacó cuando faltaban siete segundos y yo sólo pensaba 'que no la meta la mía, por favor'. Metieron sólo de dos y... ¡Victoria!

Y cuándo subió al podio...

Fue un cúmulo de sensaciones. Me acordé de todo lo vivido, de mi madre, de mi familia... He escuchado muchas veces el himno al comienzo del partido, pero nunca al final. Y no lo voy a escuchar nunca más con la Selección. Eso me llegó al corazón.

Usted se va, pero han llegado jugadoras muy jóvenes. ¿Esto se volverá a repetir?

Después del partido estaba haciendo entrevistas, hablando de mi oro y vino Laura Gil y me dijo: 'Yo tengo cinco platas y cinco oros'. La miré y le dije: 'Perdóname, pero váyase usted a la mierda'. Tienen el gen ganador, lo llevan dentro. Son unos portentos físicos, tienen talento, descaro, saber estar y espero, y deseo, que cuando vaya a verlas me den las mismas alegrías que hemos dado nosotras. Me ha costado 18 años conseguir esto, pero tengo un oro que va a quedar fenomenal junto a mis otras medallas. La más bonita y la más grande del mundo.

Y ahora, ¿qué hará?

Estoy hecha un lío. Antes tenía muy claro que lo dejaba, pero me he encontrado tan bien y al tener ofertas... No sé qué hacer.