Algo menos de 22 años después del desmembramiento de la antigua Unión Soviética y tras un inicio de andadura sin títulos por el lógico periodo de transición y reestructuración, Rusia se ha instalado en la élite del baloncesto europeo y amenaza seriamente con reinar con tiranía a partir de ahora. Está temporada ya lo está consiguiendo con un pleno histórico de triunfos que jamás había conseguido un mismo país. Los clubes rusos han ganado las cuatro competiciones continentales finalizadas hasta la fecha y el CSKA Moscú puede completar la hazaña si se impone la próxima semana en la Final Four de la Euroliga.

El primer éxito llegó en marzo, en la Eurocopa femenina, con el triunfo del Dynamo Moscú en la final a doble partido frente al Kayseri Kaski turco. Después, el Ekaterimburgo alzó el trofeo de la Euroliga femenina superando al también turco Fenerbahçe­. Luego fue el Uxue Bilbao el que sufrió el huracán ruso, cediendo el título de la Eurocopa frente al Lokomotiv Kuban. Y el pasado fin de semana el Krasnye Krylia ganó la Eurochallenge. Cuatro de cuatro a la espera de lo que haga el CSKA en Londres.

El poderío económico de los clubes, que permite atraer a los mejores jugadores, y las normas algo laxas para la formación de las plantillas (los equipos pueden tener hasta seis extranjeros sin importar su lugar de nacimiento) son algunas de las claves del dominio del país más extenso del mundo. Pero también hay una generación de jóvenes nacionales que pisa fuerte. El futuro es suyo.

"El potencial económico es bestial"

A Jorge Garbajosa y Silvia Domínguez, dos españoles que han vivido en primera persona el crecimiento, el uno, y la explosión, la otra, del baloncesto ruso no les extraña el éxito que han alcanzado los equipos de allí. Garbajosa, que fichó por el Khimki de Scariolo en 2008 antes que Raúl López y Carlos Cabezas, lo tiene claro: "Hace unos años llegaron mecenas, millonarios que facilitaron proyectos que han traído estas consecuencias. El potencial económico es bestial. Al principio siempre cuesta, pero yo veía que equipos como el Khimki y el Lokomotiv se iban a instalar en la Euroliga". Domínguez, campeona de Europa con el Ekaterimburgo, cree que buena parte del éxito ruso "depende del dinero". "En chicos hay menos diferencia entre países, pero en chicas es muy evidente, Rusia y Turquía dominan". La internacional española señala un aspecto importante: "Allí los equipos femeninos tienen su propio pabellón y mucha gente trabajando para ellos".