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Baloncesto Universitario

Louisville y Michigan jugarán la final prevista en la NCAA

No hubo lugar a la sorpresa, la final del baloncesto universitario la disputarán os Cardinals de Louisville y los Wolverines de Michigan en la madrugada del lunes al martes.

Actualizado a
Michigan celebra el pase a la final.
Kevin C. CoxAFP

Ante una multitud de 75.350 espectadores en el cavernoso Georgia Dome de Atlanta, rodeado por nubes de reventas, los Cardinals de Louisville y los Wolverines de Michigan sellaron sus pasaportes (casi como estaba previsto) para la gran final del lunes en el torneo de la NCAA, Division I. Como apertura de la jornada, los Cardinals de Rick Pitino batieron por un ajustado 72-68 a los Shockers de Wichita State, la revelación de la temporada. Wichita State manejó buena parte del juego ante un espeso equipo de Louisville que no anotó en los primeros cuatro minutos. 21 puntos de Russ Smith mantuvieron a los Cardinals, pero fue el reserva Luke Hancock, transferido desde George Mason, quien impulsó el asalto definitivo que exigía un nervioso Rick Pitino. A 13:35 del final, Wichita State (que lideraba por 25-26 en el descanso) había cobrado 12 puntos de ventaja (35-47), pero Pitino siguió exigiendo defensa, que apretaron Smith y el base Peyton Siva, apareció el soberbio Hancock (20 puntos, 6/9 en tiros)… y Tim Henderson conectó dos triples que lanzaron la remontada de Louisville, en parcial de 21-8 que llevó al 56-55: Henderson (2/3 en triples, seis puntos) era el hombre llamado a disfrutar de minutos extra por la baja de Kevin Ware, el hombre de la tibia fracturada: los dos triples de Henderson (en diez minutos) y las proezas de Hancock hicieron levantarse de júbilo al mismísimo Ware, presente en el banquillo del equipo de Louisville, que juega su primer partido por el título desde 1986, cuando conquistó el Campeonato ante Duke bajo las órdenes de Denny Crum. Con 24 puntos, Cleanthony Early lideró a los apenados Shockers, cuyos ‘fans’ volvían a casa no sin negociar antes sus entradas para la final del lunes con los reventas y a precio de saldo…

En la segunda semifinal, los Wolverines de Michigan atacaron a base de triples la sofocante zona 2-3 de los ‘Orangemen’ de Syracuse, siempre adiestrados por el peculiar Jim Boeheim. El 36-25 del descanso ya decantaba la situación para Michigan, que disfrutó de superioridad en rebotes (36-32) y triples: 8/24, contra 3/14 de Syracuse. El mal partido de la estrella Trey Burke (siete puntos, 1/8 en tiros) quedó equilibrado por las prestaciones de Glenn Robinson III (diez puntos), Tim Hardaway Jr. (13 puntos, 3/10 desde tres puntos) y el ‘doble doble’ de Mitch McGary: diez puntos, doce rebotes. Pero, con 22 puntos de C. J. Fair y once de Brandon Triche, los ‘Orangemen’ volvieron a la carga y se acercaron hasta 58-56, con posesión de balón, a 19,2 segundos del fin. Ahí, Triche fue a por todas… y cometió falta en ataque sobre Jordan Morgan. De vuelta, Jon Horford (cuatro puntos) concretó un tiro libre. Con 59-56, y extrañamente, Boeheim no ordenó jugada para tirar de tres: Syracuse buscó una entrada fácil de Trevor Cooney, que no fue a ninguna parte… y a un segundo del final, Jordan Morgan, en su única canasta en juego, machacó el 61-56 definitivo con tal fuerza que casi revienta el aro de Syracuse. El 61-56 coloca a Michigan, a las órdenes de John Beilein, a las puertas de hacerse con su primer título nacional desde 1989, a las ordendes de Steve Fisher, que dio paso a la época de los 'Fab Five': Jalen Rose, Chris Webber, Juwan Howard (que aún juega en Miami, en la NBA), Jimmy King y Ray Jackson. Rumeal Robinson, ex base en la NBA y otro de los campeones de aquella época de Michigan, cumple hoy condena en prisión por estafa y fraude. Así, y a las 03:23 horas de la madrugada del lunes al martes, en el Georgia Dome, Louisville y Michigan lucharán por el título nacional de la NCAA.