Silvia Domínguez (Montgat, 31-01-87) es todo un talismán en la Euroliga. Equipo al que llega, termina levantando el título europeo a final de temporada. Lleva tres seguidos con tres conjuntos diferentes. "Parece que les doy suerte. (Risas). Creo que es más la suma de varios factores: una gran plantilla, una buena dinámica ... pero también algo de suerte", dice la base.
En 2009 disputó su primera Final Four (el Avenida fue subcampeón tras perder contra el Spartak), aunque no sería hasta dos años después, en 2011, cuando alzaría por primera vez el título europeo con el equipo salmantino. Desde entonces no para de hacerlo.
La temporada siguiente puso rumbo a Valencia, al Ros Casares, que tiró la casa por la ventana para conquistar el único título que faltaba en sus vitrinas. Lo consiguió, pero desapareció meses después. "La vida me cambió de un día para otro. Si esto no hubiera pasado, yo seguiría en Valencia. Pero la situación fue así. Me quedé sin equipo, salió una oferta del Ekaterimburgo y no me lo pensé dos veces".
Su vida dio un giro de 180 grados en ese momento. A casi 5.000 kilómetros de Barcelona, añora el clima ("Estamos en primavera y sigue nevando), la familia y el carácter de los españoles. "Los rusos son bastante cerrados, demasiado serios", comenta, aunque cree que esta experiencia le ha ayudado a descubrirse un poco más a sí misma.
Pero en Rusia no es todo malo. "Lo que más me ha sorprendido es la profesionalización que existe. Tu única preocupación es jugar al baloncesto, del resto se ocupan ellos". Silvia destaca también "los detalles" que tienen con ellas. "Tenemos chófer, una traductora disponible las 24 horas... La pretemporada la hicimos en España, en la playa, con buen tiempo. Nos fuimos todo el equipo dos semanas, con el desembolso económico que eso supone. Son todos esos detalles los que ayudan a que la adaptación sea más fácil". Por eso, su futuro, por el momento, lo ve en Rusia. "Me queda un año de contrato, estoy a gusto y es un equipo ambicioso. El año que viene iré a por mi cuarto título".
Aparca el sueño de la WNBA
Un problema con el visado le impidió a Silvia Domínguez cumplir el sueño de debutar en la WNBA el pasado verano. Las Seattle Storm, campeonas en 2004 y 2010, invitaron a la base catalana a que realizara la pretemporada con ellas. Silvia, incluso, podía ganarse una plaza para disputar la Liga norteamericana, pero el visado no llegó a tiempo y su sueño de la WNBA no se cumplió. Al menos, por ahora. "Mi prioridad en estos momentos es la Selección española, el próximo Eurobasket de Francia (del 15 al 30 de junio). Es una cita muy ilusionante y vamos con ganas de revancha por lo que ocurrió en 2011". Ese año España era candidata al oro, pero cayó en segunda ronda.
