El Caja Laboral sueña con los cuartos arrasando al Fenerbahçe

Tras someter al Besiktas en Estambul, el Caja Laboral siguió por la vía turca y remató al Fenerbahçe ayer en la Euroliga. Es el plantel otomano uno de los más acaudalados del Viejo Continente y está cuajando un Top-16 lamentable. La crisis deportiva ya se llevó al prestigioso Pianigiani del banquillo y cada vez se deteriora más su imagen. Eso sí, el Baskonia confía en un milagro de este colectivo en caída libre: que saque en el viaje de la semana próxima a la pista del Khimki o la visita del Olympiacos en la penúltima jornada el orgullo escondido, ya que se trata de rivales directos por la cuarta plaza.

El partido se prestaba al esparcimiento. Hasta un aficionado turco pidió la mano a su novia en la grada. Tabak puso en liza un quinteto un tanto atípico (Cook, Causeur, Nocioni, Nemanja y Pleiss), buscando demarrar desde el salto inicial con el peso de la defensa. Quitando el 0-2 tras canasta de Savas, un 11-0 dejó ya todo medio pasaportado en cinco minutos. El Baskonia enarboló un partido serio, pero sin brillo. Causeur estuvo acertado y la figura en la primera parte fue Pleiss. También fueron chispeantes las rotaciones. Jelinek debutó por fin en Euroliga con el equipo vitoriano y aportó buenas sensaciones. El sustituto de Oleson robó un balón bajo el aro se proyectó durante unos pasos y un instante antes de que se extendiese la bocina para acabar el primer tiempo, embocó desde medio campo. Resultado: 46-22, una paliza en toda regla. El último arreón fue un golpe duro a los turcos, con Tabak mezclando otra vez gente jamás agrupada en su etapa: Heurtel, Causeur Jelinek, Milko y Pleiss. El francés y el checo son tiradores puros, mientras que San Emeterio y Nocioni aportan más manejo y penetración. Una orquesta muy completa. Las transiciones, sacando el primer pase muy rápido, fueron un puñal y así se escribió el 30-12 del segundo acto.

El Fenerbahçe trató de que su rival perdiera fluidez, a base de faltas y de enfangar algunos ataques. Nocioni prometió que no le iban a pitar más técnicas, pero no dijo nada de las antideportivas: le cayó una en el ecuador del tercer cuarto. Eso sí, San Emeterio metió un triple para dejar la máxima diferencia del partido: 56-26 a los tres minutos de salir de los vestuarios. Lampe, que volvía tras sus problemas gástricos, escuchó cierto murmullo por su apatía. Jelinek acabó feliz por el estreno con el Baskonia en Europa: “Lo esperaba desde hace mucho; estoy muy contento. Hemos ganado por mucho, pero estamos pendientes de que otros nos echen un cable con nuestros rivales directos”. Olympiacos ganó en Siena y tanto los helenos como los italianos están a un triunfo.