El Caja Laboral toca fondo con la quinta derrota consecutiva

El Caja Laboral selló su quinta derrota seguida en Euroliga y no acaba de ver el final del túnel. El Maccabi ganó en el Buesa porque tuvo los nervios más templados en el tramo final, pese a que la sociedad Heurtel-Lampe asumió la responsabilidad en el momento más caliente. Logan rompió una amplia cadena de errores a falta de 24 segundos con un triple: 62-64. Luego (con -11 segundos por desarrollar) anotó dos tiros libres para sentenciar. Tras la salida de Cabezas, el Baskonia se quedó aún más cojo, ya que su sustituto Van Oostrum no puede jugar en Europa y Jelinek, otro recambio en este caso a una venta como la de Oleson, se resintió de sus problemas musculares y causó baja.

Antes del balón al aire, se vivieron momentos de cierta tensión, con unos cuantos aficionados indignados al retardarse su entrada al recinto, ya que se redobló la seguridad y se cacheó a la gente en los accesos ante la presencia del equipo israelí. La platea coreó el ‘Maccabi fuera de Europa’ cuando se apagaron las luces para presentar al equipo local, en protesta por el conflicto palestino-israelí. Logan y Eliyahu, exjugadores baskonistas, no se libraron de la pitada. Tampoco el presidente del equipo rival, ataviado con una bufanda del equipo.

La sexta victoria del Olympiacos, la referencia vitoriana de cara a pasar a la siguiente fase, ponía el Buesa en ebullición. Y ambos contendientes se empeñaron en dar vida al contrario con sus torpezas. El que cayera ayer lo iba a tener en chino y se notó en un primer cuarto caótico: 10-11, y siete pérdidas, el gran lastre, en los locales. Los dos equipos plasmaron un 0/13 en triples en ocho minutos y medio. Los amarillos dieron el primer estirón (17-22) y hubo respuesta en el otro lado de la pista. Poco después la ruleta giró a favor de los de Tabak, que con un 7-0 se fueron al 31-26 (a falta de 5:55 para el descanso).

 La defensa y la entrega perdonaron el escaso acierto y nulo ritmo ofensivo del Caja Laboral. El Maccabi insistió en cuatro abiertos y el uno contra uno, pero los vascos tuvieron piernas y fe para estar sólidos atrás. Nada más comenzar la segunda parte, se pusieron con siete de ventaja 35-28 (-8:05). En cuanto la defensa de Tabak buscaba el dos contra uno, los macabeos se lanzaban como aviones hacia dentro buscando dónde estaba el desajuste. El técnico croata probó con dos bases para tener un mayor control, pero se encontró por abajo (47-48) después de ir liderando el partido largo tiempo. Un triple de Heurtel se combinó con un error de Pnini intentando desplazar a Lampe en falta, a falta de 4:46; esa jugada permitió una canasta posterior de un gran Lampe para recuperar el mando: 58-56. Pero fuer puro espejismo en un partido de vaivenes continuos.