ANADOLU EFES - REAL MADRID (74-72)
El mazazo de la Copa del Rey le pasa factura al Real Madrid
Carroll tuvo el triunfo con un triple final, pero lo falló. Vimos a un Madrid más inseguro que se dejó en Vitoria una parte de la autoestima ganada. Jamon Lucas, clave en el Efes.
Las cosas a veces ocurren por casualidad, pero son las menos. El factor mental resulta clave en el deporte. Y la cabecita no empujó la barca blanca en el Bósforo. Caer en la pista del Efes entraba dentro de lo normal, lo que chirrió fue el partido en sí. Y es que el mazazo copero ante el Barça le ha hecho al Madrid bajar varios tramos de escalera, que tendrá que ascender de nuevo en las próximas semanas. Porque le perdimos el rastro al equipo que remontó en el OAKA, al que replicó al CSKA y al que se paseó en Bilbao.
Nos recordó más bien al Madrid de la campaña pasada, de un talento parecido, aunque bastante más inestable, con querencia a los dientes de sierra. Un bloque con menos confianza en su enorme potencial, pelín inseguro. Vimos de nuevo al equipo que sufre para hacer pasar la pelotita por el aro, con un pobre bagaje en tiros de campo: 6 de 23 llevaba tras un parcial local de 11-0 y seis minutos en blanco (32-19). Uno de esos días en los que el gatillo se encasquilla y lo que es accesorio en el sistema, la aportación ofensiva de los pívots, pasa de simple limitación a mal endémico. Ni Begic ni Slaughter eran capaces de meterla debajo del tablero. Mirotic, tampoco. Y Hettsheimeir se fue al banco tras un golpe en la mano izquierda. Sufría en canasta ajena y en la propia, porque los Barac, Savanovic, Shipp, incluso, Vujacic le hacían sangrar en el rebote. Segundas opciones para el Anadolu Efes. Con 14 abajo (37-23), los Sergios, Llull y Rodríguez, firmaron 12 tantos y estabilizaron la desventaja entre los ocho y los diez puntos.