Unicaja 67 - Real Madrid 91
Suárez trabaja, Sergio las mete y el Real Madrid se luce
El Madrid viajó el miércoles a Málaga para pasar un fin de semana largo y volvió ayer con dos victorias en el zurrón. Entre Euroliga y Liga Endesa, suma 28 triunfos en 32 partidos.
Podríamos tirar de tópico y hablar de dos partes diferenciadas, pero haríamos de menos el trabajo del Real Madrid. Porque el equipo de los vaivenes fue regular, empezó a todo trapo, anotando sin parar, y acabó igual. Reventó el aro y al rival. Para los de Laso sólo hubo un periodo, el primero y el último.
El Unicaja se agarró a la liana para retar al líder: "A ver quién aguanta más". Perdió pese a 20 minutos iniciales espectaculares, que terminaron con un marcador de 46-50 y 13 triples. Zoric aprovechaba cada espacio, cada desajuste: 16 puntos al descanso. Pero al primer síntoma local de desaliento, de no poder sostener la frecuencia ofensiva, el Madrid mantuvo su firmeza. Era una prueba de aguante y los de Repesa doblaron. Precipitaciones, pérdidas... Caída en barrena. De nada les sirvió alcanzar vivos el último cuarto, en el que se pasó del 59-66 al 59-85 tras un parcial de 0-19. Sergio, Carroll, Suárez, Mirotic y Slaughter empujaban como demonios.
Otra vez Sergio Rodríguez a un nivel sideral y sin jugar bien. Me explicó: se equivocó en varias decisiones, forzó más de la cuenta; pero, como de una parte hasta aquí tiene ángel, rompió con cuatro triples. Esa es la diferencia, la manita. A veces, el baloncesto resulta simple y Sergio mete lo que antes fallaba. Como talento le sobra, se ha convertido en un jugador rompedor, en un killer, ya no es sólo un tipo creativo. "El equipo hace muchas cosas para que él pueda lucirse", opina Laso. Miren a Carlos Suárez, por ejemplo: 7 rebotes y 4 asistencias. Disposición, brega continua.
Rudy, Llull, Mirotic, Carroll, Sergio... Cualquiera resuelve, ninguno es imprescindible todos los días. Esa es la grandeza de un Madrid que aspira a que Begic y Hettsheimeir, mejor ayer, den un paso al frente.