El Caja Laboral completa el pleno en la Euroliga

Como ocurrió en la Eurocopa, la Liga Endesa ha logrado inscribir a todos sus representantes en la siguiente fase de la Euroliga (empieza el 27 de este mes). En realidad, el pleno es una tónica general en los últimos tiempos, que se rompió el año pasado con la eliminación del Caja Laboral en un grupo en el que el Bilbao le apartó del Top-16 en un partido a todo o nada en Miribilla: el que ganase, pasaba.

Ayer se repitió el mismo escenario para el Baskonia, aunque con un guión completamente distinto: esta vez la llave para el Top-16 estaba en el Buesa y el rival era el Cedevita, sensiblemente inferior al cohete bilbaíno que surcaba por primera vez la Euroliga el año pasado. Maljkovic se borró del equipo croata hace semanas y aunque éste se metía con una carambola, olía a pólvora: Alek­sandar Petrovic tomó el relevo y suma una victoria en los siete últimos partidos, Marko Tomas fue reservado para un encuentro vital de la Liga Adriática que se juega el lunes y Gelabale, que acaba hoy contrato, hizo números pero lo que le preocupa es su inminente llegada al Valencia.

Casi lleno.

El Buesa se puso guapo para un día con tanto cartel: 14.419 espectadores, récord este año. Los alaveses fueron a por el premio, sin esperar el comodín de una posible derrota del Armani en El Pireo. Con Tabak el equipo se ha reactivado. Y eso que arrancó ayer como un flan (los titulares sólo hicieron 27 de los 97 puntos). El exCAI Wright recetó tranquilizantes, con una antideportiva, una técnica y la amenaza de otra cuando estaba en el banquillo. Total: un parcial de 17-4 y el partido, al limbo.

La salida de Nocioni contagió fuerza defensiva al equipo, que fue contundente a partir de ahí. Cabezas ajustó las tuercas, Nemanja Bjelica se soltó y Causeur (5 de 5 en triples) voló. El juego, hasta entonces muy perdido desde 6,75, se equilibró. El Baskonia compartirá con el Barça el grupo F, más duro que el E del Unicaja y el Madrid, que se medirán al Zalgiris de Plaza.