Pocius se sale y el Madrid bate el récord de triples

Los encuentros se planifican, pero los jugadores y el talento los hacen imprevisibles. Ni el Katsikaris­ más pesimista ni el Laso más eufórico hubieran imaginado que el Madrid terminaría el primer cuarto con ocho triples. Que serían once poco después: 33 de sus primeros 41 puntos llegaron desde la larga distancia. Cuando el tiroteo concluyó y los blancos soplaron el cañón de su escopeta, el Bizkaia Bilbao­ ondeaba la banderita de la rendición. La cuenta se cerró en 18 (de 34 intentos­, 53%). Nuevo récord ACB desde que la línea se retrasó medio metro, a 6,75 (la marca anterior se mantiene en los 19 del Joventut).

Fue el partido de Martynas Pocius, intenso, rápido y certero en el lanzamiento. Clavó cuatro triples, pero el nuevo registro, esas 18 dianas, resultaron un logro colectivo: otros cuatro aciertos de Rudy y de Llull, tres de Mirotic, dos de Carroll y uno de Suárez. Así laminó el Madrid a los hombres de negro, en una revancha menor, pero que le supo de maravilla a la grada. Katsikaris ordenó muchos minutos una zona, activa, de las que suelen funcionar, pero el Madrid movió bien el balón y convirtió en un gurruño los planes visitantes. Lo bordó igualmente a la carrera con mates y alley-oops­. La clase siempre se abre camino, la que exhibe también un Bilbao al que le cuesta rendirse. Hervelle­, Mumbrú­ y el sobreactuado Hamilton -por eso de querer aparentar más fiereza de la que ya posee- dieron la talla. Faltó algún relevo (Raúl y Moerman eran bajas), pero Grimau nunca falta a la cita. El exculé lo lleva en los genes, embiste al blanco. No bastó. El Madrid es más líder, sigue invicto y presume­ de récord.