Navarro y Lorbek no evitan el naufragio culé

Mientras el Caja Laboral lavaba ayer su imagen, un tanto desteñida en la Euroliga, el Barcelona se metía en un buen lío: sentía que empezaba a coger el aire a la Liga tras una salida en falso y ayer vio que ni con su guía y líder, Navarro, está en camino de reencontrarse. San Emeterio y Lampe lideraron una exhibición de esas que recordaron a la final de hace dos años, con toneladas de orgullo y un baloncesto sólido.

Al Barça le saca ya tres cuerpos el Madrid. La distancia anímica es mayor. Navarro y Lorbek son sus jefes y ayer estuvieron acertados, pero eso no le quita el hipo al actual campeón. Y eso que empezó enchufadísimo: a los cinco minutos ya ganaba por nueve (4-13), con La Bomba sublime: tres de tres en triples.

Ivanovic paró desde la sala de máquinas y elevó el rasero de la intensidad. Los locales se alejaron de la versión temblorosa y el partido cambió con un 13-0. Rochestie regresó tras la lesión y aportó criterio y amenaza en el uno contra uno. Navarro salió mal de un bloqueo en campo defensivo, estiró mucho la pierna y tuvo que retirarse tocado. Cuando Juanqui se constipa, el Barça en pleno tose. Fue un momento de desconcierto. Su vuelta fue como la llegada de El Cid.

Un triple en carrera de Marcelinho puso el 68-63 a falta de cinco minutos para el cierre, pero el Baskonia respondió a lo grande. Una canasta de Oleson, un triple de Lampe y un posterior contragolpe culminado por el polaco y servido por Nemanja Bjelica terminaron por desarbolar al conjunto de Pascual, que fue un juguete ante el empuje constante de un Caja Laboral enrabietado.