"No concibo estar en el Madrid sin aspirar a todo"
Llegó al Real Madrid el verano pasado con un escaso bagaje en los banquillos, pero el equipo jugó bien y ganó la Copa 19 años después. Afronta la segunda campaña con una gran autoexigencia que transmite a su plantilla: "Este año no nos vale eso de ya nos iremos poniendo". Aún le falta un pívot.


¿Qué da más vértigo: llegar al Madrid con poco bagaje en el banquillo o afrontar la segunda temporada?
El mismo. En el Madrid la responsabilidad llega ya en los amistosos y gran parte de la presión se la pone uno mismo. Nos queda muchísimo trabajo, pero hay un buen equipo. Es un reto repetir lo que hicimos bien y minimizar los errores.
Tras debutar con éxito, varios entrenadores del Madrid deshicieron luego un bloque campeón. Le pasó a Plaza, Maljkovic, Scariolo...
Aunque la presión aumente, no variaré mi forma de hacer las cosas, ni mi idea de equipo. Mantengo un grupo de trabajo muy similar. Pero esta temporada será diferente. Podemos pasar de disputar 68 partidos a más de 80 y con una exigencia inmediata en la Euroliga. No nos vale eso de ya nos iremos poniendo. La plantilla debe entenderlo rápido.
¿Se exige ganar títulos?
Mi primera gran decepción hace un año fue perder la Supercopa. No concibo estar en el Madrid y no aspirar a todos los títulos. Y tampoco ir de gira a EE UU y jugar por jugar contra rivales NBA. Querremos ganar esos partidos. El año pasado el éxito en la Copa fue importante, pero ahora pienso en la Supercopa, en salir fuerte en la Euroliga... Paso a paso, aunque no quiero que se me escurra de las manos ningún trofeo. Mi obsesión es potenciar lo bueno para competir por cada uno de los títulos e intentar ser campeón en todos. Debemos mejorar en partidos cruciales. En la Euroliga veo una pelea más abierta, con muchos candidatos, pero ninguno tan superior como el CSKA de hace un año.
Algunos aficionados lamentan las bajas de Tomic y de Velickovic, ¿cómo las explica?
Es fácil. Tomic terminaba contrato y existía una opción firmada para prolongárselo por mucho dinero. Durante el año se le ofreció renovar (con otras condiciones), pero no quiso. No dudamos de su calidad, pero el grupo necesitaba otro tipo de jugador. Velickovic fue diferente, un caso que me lo tomo casi como algo personal. Me molesta. Tuvo mala suerte con la lesiones y al final disputó más o menos la mitad de los partidos. Nos aportó mucho, pero su físico no le mantuvo demasiado tiempo al máximo nivel. Y ahora sigue lesionado, en recuperación. Sin estar al 100% no podíamos pensar en él.
¿Ficharán?
Para una temporada tan larga podríamos necesitar a un pívot más. El año pasado trabajamos siempre con trece jugadores y ahora sólo hay doce... Contamos con una plaza de americano libre y antes ya supimos esperar al mejor momento para reforzarnos. En el baloncesto no hay fecha límite. El año pasado empezamos con Rudy e Ibaka y luego vino Singler. No estoy preocupado. Los jugadores que tenían contrato con el Madrid son los que querían fichar otros clubes.
Intentaron traer a Ayón y a Freeland, ¿qué perfil debe tener la incorporación?
Un pívot que pudiera combinarse con el resto de interiores. Eso te aporta tranquilidad y riqueza táctica. El año pasado Tomic y Begic no podían jugar juntos. También pretendo que Begic nos ofrezca más. Es un contrapunto al estilo del equipo y, a la vez, indispensable.
¿Y no cree que les falta alguien más al poste bajo?
No. Puedes postear con jugadores que no son cincos. Es un debate sujeto a la plantilla y no traeré a alguien que haga variar a todo el grupo.
¿Es un equipo a su medida?
No hay entrenador que no piense que su equipo se puede mejorar. Pero sí, hemos buscado las opciones que más nos podían ayudar sin cambiar el estilo. Un base lento organizador no hubiera casado. Otro cuatro muy abierto, quizá cortase la progresión de Mirotic. El crecimiento pasa por la mejora de los jugadores.
¿Qué ha pretendido con cada uno de los tres fichajes?
Cuando hace un año decidimos jugar con los Sergios, la mayoría aseguró que era una locura. Ahora dicen que la locura es haber traído a Di (Draper) y tener tres bases. Le fichamos por su lectura del juego y porque puede defender a rivales que nos costaban. Y Slaughter también posee unas características de las que carecíamos. Transmite energía, defiende, cambia tiros... Conocen Europa y saben para qué vienen. Rudy, en cambio, es un jugador total.
¿Dudaron con Sergio o siempre quisieron tres bases?
Sergio Rodríguez no deja indiferente en el elogio y en la crítica. Ahora es más regular. Siempre confié en él y pensé que debía dar un paso adelante. Lo ha dado, pero no ha cambiado mi idea: para una temporada tan larga es imprescindible contar con tres bases. Porque para mí Lull es base, aunque por su calidad sea capaz de moverse en otras posiciones. Poner dos bases a la vez no es lo mismo que jugar con un director y un escolta. Y gestionar tres bases es igual que manejar cinco pívots. La fuerza del equipo pasa porque todos sepan que llegará su momento.
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¿Qué le diría a un aficionado que piense si abonarse o no?
Que no dudara. La gente, y no lo digo yo, habla del Madrid como de un equipo muy atractivo por un estilo físico y rápido que intentamos recuperar, que era el de cuando entrenaba Pedro Ferrándiz. Con muchas posesiones al lograr ventajas rápidas en cada ataque, con creatividad, con bases saliendo al contraataque. No es por equiparar a Sergio con Carmelo Cabrera o a Lull con Corbalán, pero un gran club debe tener su sello. Ganar y atraer. Si tuviera que apostar a día de hoy por un gran espectáculo en la ciudad, lo haría por el baloncesto del Real Madrid.



