Confianza y buen ambiente. Estas fueron las principales sensaciones con las que la plantilla del Real Madrid encaró el último entrenamiento de ayer en tierra madrileña, horas antes de emprender viaje con destino a Barcelona para disputar hoy el quinto y definitivo partido de la gran final de la Liga Endesa. Tras la sesión preparatoria matinal, hubo comida y descanso antes de que la expedición blanca tomará un AVE que llegó a la Ciudad Condal hacia las 20:30. Hoy los jugadores sólo realizarán una suave sesión de tiro por la mañana, antes de atender de nuevo a los medios de comunicación.
"Seguro que podemos ganarles en el Palau", afirma Novica Velickovic, uno de los jugadores más en forma de los blancos en estos playoffs. "Es lo único en lo que pensamos. La última derrota está ya olvidada. No hubo tiempo para llorar", afirma el serbio, al que no le sorprenden los cambios radicales de tendencia que se produjeron entre el tercer y el cuarto encuentro: "Son cosas que pasan, un día ganas por treinta puntos y te entra todo, y al siguiente no te sale nada bien y te superan".
Tomic se siente particularmente cómodo cuando juega en el Palau. En los tres partidos que ha disputado este año en cancha azulgrana ha promediado 15 puntos y 8,3 rebotes, imponiéndose en el juego interior a Vázquez y Ndong. "Es el último partido, pase lo que pase. Queremos ganar en Barcelona, como en la Copa del Rey. Aunque ya sabemos que es muy difícil ganarles en su casa", dice el pívot croata, quien cree que el Barça tiene "más presión" que el Madrid. "Juegan en casa el quinto partido, y su afición espera que ganen".
Rebotes.
Tomic es consciente de que su equipo tiene que controlar el rebote defensivo para poder jugar como más le gusta: "Nuestro tipo de juego es coger el rebote y correr, meter puntos fáciles. No hicimos esto en el último partido y por eso perdimos". Hablando de Lorbek, el jugador azulgrana más en forma, Tomic avisa: "Hay que mejorar el trabajo para pararle y no es nada fácil".
