Baloncesto | Liga Endesa | Ges. Bilbao-C. Laboral
El derbi vasco viaja a Miribilla, que va a arder para el empate
El Caja Laboral puede sentenciar
El derbi vasco de cuartos se traslada a Bilbao con muchos incendios activos. Nocioni encendió la llama aludiendo a la dureza del Gescrap por las "malas intenciones" de sus jugadores, y el Buesa Arena la pagó con Hervelle y Mumbrú en el primer partido, con todo tipo de cánticos y el lanzamiento de objetos al belga cuando quedó tendido en el suelo por una acción en la que se hizo una brecha en la ceja. "Písalo, písalo", corearon diez mil aficionados.
Indar Baskonia, una de las peñas más identificables de la masa social baskonista, anunció que no acudirá como grupo al derbi de hoy, "a raíz del vergonzoso, desmedido y arbitrario trato recibido por parte de la seguridad privada de Miribilla en las últimas visitas".
Llueve sobre mojado, pues en el Bilbao-Caja Laboral de Euroliga disputado en Miribilla, un aficionado baskonista fue detenido y la Comisión Antiviolencia solicitó una sanción para él y otro seguidor por incidentes con agentes de la Ertzaintza.
Tocados.
"Ojalá se cree un ambiente muy caliente, eso es lo más bonito que tienen los playoffs. El efecto Miribilla tiene que ser importante para empujar al equipo", explicó ayer Fotis Katsikaris. Lo deportivo ha quedado en un segundo plano en Bilbao. Raúl López, con un fuerte esguince, y Fischer, con la rodilla tocada, forzarán en busca de igualar, en una cita que puede servir de despedida a gente que ha hecho grande al Gescrap: se ha planteado renovar a Jackson, Fischer y el capitán Banic, y ninguno ha dado el sí. También se intenta prolongar el contrato de Kostas Vasileiadis.