El Madrid remonta con el Palacio otra vez motivado

Si quieren podemos ponernos exquisitos porque no fue un partido redondo. No vimos el mejor baloncesto, cierto; pero ¡qué duelo! Una bendición. Coraje y tensión, con un Palacio de nuevo volcado. Poco más de media entrada, sin embargo la afición no dejó pasar los minutos a la espera de algo mejor, como en los tres meses anteriores. El público vibró, ya fuera por los árbitros (muy protagonistas) o por los fallos, como los de Carroll, que no anotó hasta el tercer cuarto; pero transmitió. Y eso ya es mucho.

El arranque de los de Laso resultó inmaculado, con Llull mandando, Velickovic gustando en ausencia de Mirotic y Tomic sumando (19-11). Tanto que muchos creyeron ver un amago de KO al Banca Cívica. El acierto local en el tiro era del 70%. Plaza reconoció luego que le había dicho a sus jugadores que si algo quería evitar era un paliza. El púgil sevillano se tambaleó y no sólo no cayó, sino que pegó duro: 7 de 12 en triples y valoración parcial de 4-30 en el segundo cuarto. Urtasun tiraba y tiraba del carro (Paul Davis, muy mermado, no podía) hasta el 46-54(Tomic, cuatro faltas).

La grada rugía entonces y Velickovic encendió la mecha de la reacción. En plena remontada, el Banca Cívica clamó por una falta en un intento de tapón de Jasen, que se llevó una técnica por la protesta. El sueño sevillano se interrumpía con Begic en plan coloso en el rebote de ataque (5). No podían con él, tampoco con Reyes, que hizo pupa al final, cuando Sergio Rodríguez se sumó a la fiesta. Demasiado confeti en el marcador definitivo para la igualdad que se vivió. "Forzaremos el tercero", se despidió Plaza.