Unicaja se agarra al milagro del playoff ante un débil Bilbao

El Gescrap llevaba dando paseos por el alambre largo tiempo y acabó por precipitarse al vacío de la preocupación. En su caída vio ascender al Unicaja más sólido desde que se abrió la gigantesca crisis costasoleña. No había ganado fuera desde el 11 de febrero. El partido de ayer eran vasos comunicantes: lo que restaba a uno engordaba al otro. Y el Bilbao, cada vez con la gasolina más justa por su estresante curso, acabó extrañamente distraído. Ahora puede acabar desde cuarto hasta sexto; se la jugará en Vitoria.

Alberto Díaz, uno de los héroes de Mannheim, fue decisivo. Casimiro respiraba: "Es un partido para la esperanza". El milagro del playoff depende de terceros: Alicante, Joventut y CAI. Y tendría que ganar otro derbi, ante Banca Cívica en el Carpena. Toneladas de fe necesitará. Ayer ya cargó en el avión con bastante.