Los campeones de Copa regresan a Barcelona

Dos meses y medio después de la final de Copa, de aquel título inopinado que tanto saboreó, el Madrid vuelve a Barcelona, aunque cambia de Palau, del Sant Jordi (donde reinaron Llull­ y Carroll) al Blaugrana, donde va para cinco años que no vence en Liga. El Clásico tiene miga, pese a las dos victorias de diferencia en la tabla que le quitan salsa, y los blancos aún podrían acabar líderes: deben ganar y esperar el traspié culé en Manresa. No lo vemos.

El Barça llega pletórico, a sólo ocho días de la Final Four, mientras que el Madrid, sin alicientes hasta los playoffs, ha levantado el pie: defiende casi siempre regular y no fluye como antes, con varios jugadores en momento bajo. Al contrario que los azulgrana, que han aparcado las lesiones para venirse arriba, empezando por Navarro (42 de valoración ante el Caja Laboral). Los de Pascual apenas conceden 64,9 tantos por jornada y en las tres últimas se han disparado en ataque hasta los 87. Más cerca del equipazo de 2010, aunque entrados en años.

En la trinchera madridista no hay miedo: "Quizá nos tenían un poco comida la moral -dice Llull­, que evoluciona bien de un esguince-, pero este año hemos demostrado que podemos (dos de tres triunfos) y vamos a ir a ganarles otra vez. Luego vendrán los playoffs y creo que nos beneficia jugar cada pocos días porque la plantilla es larga y físicamente buena".