Sergio Llull supera su récord con 24 puntos

El Lucentum ganó tres cuartos, pero perdió por la sacudida inicial (36-13), en once minutos en los que el Madrid voló y recuperó sensaciones perdidas hacía jornadas. Volvía la fluidez en ataque, las enchufaba con la puntería de un monarca: seis triples de nueve en el primer cuarto, con dobles dianas de Llull­ y de Pocius. Máxima atención y un perímetro amenazante de nuevo pese a la baja de Carroll (lo vio en el Palacio, detrás de sus compañeros).

El resultado, más espacios dentro, los que aprovechó Tomic para firmar su mejor actuación en bastante tiempo. Le ha visto las orejas al lobo y saltó a la pista hambriento, dándose golpes en el pecho tras un 2+1, reboteando en ataque, machacando. El Madrid le necesita y ayer le encontró porque le buscó de salida. Bien al poste, precisa del balón para sentirse útil, y en el pase, aunque falló otra vez en los tiros libres (1 de 3). Justo lo contrario que Llull­, que en 28 jornadas arrastraba un triste 65% desde la personal y cerró la tarde con 11 de 12 y 24 puntos, su mejor marca de siempre en la ACB. También récord en valoración: 31. Sus embestidas eliminaron a Llompart y a Freire.

Entre Llull y el corazón del Lucentum­ compensaron el precio de la entrada. Tanto empujaron los de Vidorreta, que de un duelo decidido se pasó a un 89-87... ya sin tiempo. Tesón y triples (12) por un lado y desidia local por otro. Lógico. Para el Madrid la primera plaza suena utópica y la segunda está en el zurrón. Avanza sin alicientes hasta que lleguen los playoffs.