Mirotic hace diana en un festival de triples

Baloncesto | Copa del Rey | Real Madrid 92-Banca Cívica 84

Mirotic hace diana en un festival de triples

Mirotic hace diana en un festival de triples

rodolfo molina

Partido extraño, distinto al esperado, con el Madrid superando la defensa del Banca Cívica y con el equipo sevillano sobreponiéndose a dos naufragios: 30-14 y 74-49. Remontó el primer hundimiento (40-41) y tras el segundo llegó a ponerse a siete (79-72). Mirotic, MVP; Suárez y Llull, destacados.

Ni paliza del Madrid a la carrera ni duelo atado por la defensa del Banca Cívica. La segunda semifinal se saltó el guión, decidió improvisar, y asistimos a una mezcolanza de las virtudes y defectos de ambos equipos, con un producto final extraño, de muchos puntos, 53 más que en el Barça-Baskonia, pero de menos calidad.

Ambos duelos sí se parecieron en lo indiscutible del MVP. Primero, Lorbek y, luego, Mirotic. Cara a cara hoy a un palmo de distancia, en marcaje directo para decidir el Rey de Copas. El madridista no anotó de dos, pero masacró al enemigo: 6 de 8 en triples (14 del Real, récord­ en la historia copera). Con él en pista los blancos ganaron por 32 puntos. O lo que es igual, en los once minutos que descansó, el Madrid encajó un parcial adverso de -24. ¿Y los héroes del viernes, Reyes y Velickovic? Justo lo contrario (-14 en seis minutos y -17 en siete, respectivamente).

Conclusión: este Madrid es imprevisible, en una plantilla de once cualquiera puede ser la estrella y eso es bueno durante una temporada muy cargada y algo peor para afrontar una final, donde siempre conviene tener claro los referentes. Como le ocurre al Barça con Navarro, Lorbek­ y un quinteto de principales­ más definido.

Pero eso será hoy, rebobinemos. Plaza creyó que su equipo volvía a enfrentarse al Madrid con la lección aprendida seis días después de perder por 35 en Sevilla. Y el arranque fue descorazonador, de los que llevarían a algún entrenador a arrojar la toalla (30-14), pero no a Joan. Parecía como si el encuentro de Liga siguiese abierto a través de una conexión espacio-temporal, de un agujero negro, negrísimo para el Banca Cívica. Pero se cerró, misterios de la ciencia, y de las lagunas de concentración del Madrid, de su defensa, y también de las rotaciones, obligadas en un torneo con tres partidos en tres días.

De ir 16 abajo, Bogdanovic (9 puntos entonces) y sus compañeros pasaron a ponerse uno arriba en un suspiro: 40-41 tras un parcial de 27-14. El vaivén no pararía ahí y la montaña rusa aceleraba a favor del Madrid en otro descenso, de nuevo con su cinco más efectivo ayer, el que salió de titular: Llull (tremendo de inicio), Singler (completo), Suárez (fantástico trabajo), Mirotic (MVP) y Begic (seguro).

En siete minutos los de Laso veían el Sant Jordi desde el espacio exterior tras un arreón colosal de 28-5 (74-49). Y no era todo, amigos, quedaba la réplica cívica: 5-23. A siete se redujo la renta y ahí se acabó. El Madrid vuelve a la final, tercera seguida, pero si repite irregularidad...