Baloncesto | Copa del Rey | Unicaja 65-Banca Cívica 77
Plaza voltea la hegemonía del baloncesto andaluz
Banca Cívica, fiel al plan del entrenador, desnuda al Unicaja
Earl Calloway prefirió no ir al Sant Jordi el jueves por la tarde. A solas, escuchó el piano en el Juan Carlos I. Escuchó y, como profundo religioso que es, rezó. Ayer, con la mente clarividente, ejecutó a la perfección el plan de Joan Plaza y guió al Banca Cívica en la montaña mágica a la semifinal de la Copa del Rey. Sevilla, al fin, consiguió voltear la hegemonía del baloncesto andaluz, que tiene capital en Málaga desde hace años. A Sevilla, reducto puro de fútbol, llegó Joan Plaza hace tres temporadas a ganarse un espacio. Ayer conquistó un pedacito más gracias a un diseño excelente de partido que ganó desde la defensa, la gran verdad del baloncesto.
La gloria del Banca Cívica es la miseria del Unicaja, que es sólo un recuerdo del trienio 2005-07. Mostró una falta de talento preocupante que le condenó a entregarse al ritmo del partido que quería su rival. Banca Cívica agotó las ideas y la paciencia del Unicaja y encontró iluminado a Bogdanovic, un jugador de rachas, y apagó a Freeland, que no tiró hasta el minuto 25 de partido. Un exceso que el Unicaja pagó muy caro. Impotente, punto a punto, vio escapar a su eterno rival hasta un casi definitivo 44-61. Tuvo una reacción cuando se vio perdido y se acercó hasta el 61-65. Pero ni ahí tuvo fe. Sevilla aplaude el cambio de roles, pero Plaza dejó un mensaje amenazante para semifinales. "Y veremos", dijo desafiante.
Presunción en el twitter del técnico
Con 44-61 en el marcador, en el Twitter de la web oficial de Joan Plaza daban la victoria por hecha: "Una vez en semifinales... ¿A quién queremos de rival?". Aún faltaban siete minutos para el final del partido.