Un Lorbek imperial mete al Barça en la final

Erazem Lorbek, 26 puntos. Si esto fuese un juicio y no una crónica, en las siguientes palabras se le imputaría al esloveno el delito de acabar con la aventura del Baskonia en la Copa del Rey. Porque la exhibición del azulgrana, clave de sol en el pentagrama culé fue demasiado para el equipo de Dusko Ivanovic, que aguantó por delante hasta el último cuarto, cuando la marea del Barcelona se convirtió en tsunami y ahogó toda reacción vitoriana.

Un último cuarto que acabó 18-5 y que fue mucho para el Baskonia. Emergió como un gigante bajo el aro Ndong, dormido durante tres cuartos, destacó Eidson y se achicó el cuadro vasco. Superado por el vendaval azulgrana, abrumado por la superioridad en el poste bajo en ese último período de los hombres de Xavi Pascual, se empeñó en buscar desde lejos una suerte que le fue negada, pero que no debe hacer olvidar la igualdad de los tres primeros cuartos, planteados como una partida de ajedrez entre dos grandes maestros, acostumbrados a jugar entre ellos a menudo.

Los dos equipos se conocen. Los dos entrenadores se estudian. Barça y Baskonia mantienen una relación a distancia, tienen citas periódicas y cada plantilla conoce a su pareja hasta el más ínfimo detalle. Sus puntos fuertes, sus debilidades... Un matrimonio asentado en el que cada vez es más difícil sorprender al amante. Casi lo consigue Ivanovic con Lampe, inédito esta temporada y que era la anomalía que aparecía en el escáner de Xavi Pascual sobre el rival.

La igualdad fue máxima en los dos primeros cuartos. La novedad del pívot polaco, que anotaba por dentro y por fuera amenazó con abotargar al Barça, que encajó 12 puntos en los 4 primeros minutos, obligando a Ivanovic a echar mano de Navarro. Pero se encontró con dos buenas noticias el cuadro azulgrana. Una, las dos faltas de Lampe, que inutilizaban al polaco. La otra, la habitual, Erazem Lorbek. El esloveno empezaba su recital de anotación y despertaba del hechizo al anfitrión.

La intensidad, transformada en un elevado marcador en el primer cuarto, mutó en cerradas defensas y muñecas encogidas en el inicio del segundo, pero la pauta seguía siendo la misma. Para muestra del empate técnico un botón. O dos jugadas. Milko Bjelica sentaba a Fran Vázquez y machacaba a una mano. En la siguiente acción era el pívot gallego del Regal el que se enganchaba del aro. Y los números no dejaban lugar a la duda. 34-33 en el marcador. 37-38 en valoración y una mancha en los dos equipos. El lanzamiento exterior. 1/5 para Caja Laboral y un sonrojante 2/10 para el vigente campeón. (3/17 y 6/23 al final).

El tercer período fue un duelo de gallitos entre Lorbek y Teletovic. 10 puntos para el esloveno que puso en pie a la afición azulgrana del Palau. El del Baskonia hacía lo propio con un mate brutal a una mano por encima de Fran Vázquez. Pero nada cambiaba. Un parcial final de Baskonia ponía a los vascos 4 arriba para afrontar el último cuarto. Pero el final ya está contado. Resta por escribir un último dato: Navarro acabó con 3 puntos, todos ellos desde la línea de tiros libres.

El Barcelona luchará mañana contra más rivales que nunca. Además de los jugadores que salten a la pista para arrebatarle el título, los de Xavi Pascual deberán derrotar a las maldiciones. La que dice que el anfitrión no vence su Copa y la que niega a un bicampeón hacerse con el tercer trofeo consecutivo. Pero tendrá a su favor un dato demoledor. No ha perdido este año como local (10 partidos de Liga, 7 de Euroliga y 2 de Copa del Rey). La final, mañana, se juega en Barcelona.