El Madrid no descansa por séptima vez en diez años

Una vez más, y ya van siete en las últimas diez ediciones, el Real Madrid jugará su partido de cuartos de final de la Copa del Rey en viernes, lo que supondrá que si mañana supera al Fuenlabrada no tendrá un día de descanso -del que sí disfrutaría su máximo rival, el Barcelona Regal- antes de afrontar el importante choque de semifinales.

Esta desventaja para el equipo blanco se ha hecho muy habitual desde que el torneo del KO se disputa con el formato actual de ocho equipos participantes y los cuartos se reparten en dos días. Esta será la undécima vez que le ocurre desde la campaña 1995-96. Por contra, el Barça sólo se ha quedado en seis ocasiones sin el día de descanso en ese mismo periodo. Una tendencia acentuada en las últimas diez ediciones, en las que el equipo culé ha jugado en viernes sólo tres veces.

El caso es que la última palabra, antes de que la ACB configure el calendario de la competición, siempre la ha tenido el operador que posee los derechos de retransmisión, en este caso Televisión Española, que es quien decide qué eliminatoria le interesa colocar el viernes en horario de máxima audiencia. Históricamente, el Madrid ha sido el equipo que más interés mediático ha despertado en el mundo del baloncesto nacional, de ahí que haya tenido que jugar muchas veces tres partidos seguidos en la Copa, con el evidente desgaste que eso provoca.

20 horas.

En cualquier caso, la ACB procura que el equipo que gane el partido de cuartos que se juega a última hora del viernes disponga de algo más de 20 horas de descanso antes de afrontar el cruce de semifinales. El Madrid, que jugará mañana a las 21:30, lo haría el sábado, si gana, a las 20:30.

Perdió dos semifinales y dos finales sin tener un día libre

En los últimos diez años, el Madrid, que lleva desde 1993 sin conquistar el título de Copa del Rey, ha perdido dos semifinales (2006, ante el Tau, y 2008, frente al Joventut) y dos finales (ambas contra el Barça en 2007 y 2010) cuando no ha podido gozar de una jornada de descanso. Sin embargo, su actual entrenador, Pablo Laso, no le da mucha importancia al hecho de tener que jugar dos o tres días seguidos: "No es un hándicap. A veces, descansar un día puede ser hasta contraproducente, nunca se sabe si es bueno o malo".