La Copa de los modestos mide la hegemonía culé

La Copa de los modestos, la de los derbis autonómicos, para algunos la más democrática de los últimos años, también se puede revelar como la de la tiranía deportiva del Barça. Y todo en el gigantesco­ Palau Sant Jordi, la que fuera su cancha a principios de los noventa, con un aforo para cerca de 16.000 personas.

Los azulgrana son para entrenadores, apostantes y medios de comunicación favoritos unánimes. Tienen equipo y tienen estrella: Navarro, la más determinante en la ACB hasta que alguien demuestre lo contrario. Xavi Pascual aspira­ a su tercer trofeo copero­ consecutivo. Algo que nadie ha logrado en los últimos 29 años, desde que el propio Barça­ engan­chara seis éxitos seguidos entre 1978 y 1983.

Y hay que recordarlo, porque­ hace un mes, con la eclosión de Ricky Rubio en la NBA, el técnico culé parecía culpable hasta de la muerte de Manolete. Es cierto que este Barça­ no arriesga como hace dos años y que muchos días anota poco y corre menos. Pero ahí anda, al alza, líder en Europa y en España, favorito a todo, el primero de la clase en esta Copa.

En el lado opuesto del cuadro aparece el Real Madrid, al que los pronósticos sitúan el domingo en su tercera final seguida frente a los azulgrana (ambos igualan a 22 títulos). Un partido bueno, el de Sevilla, no le basta­ para borrar la noche aciaga de Bilbao. Tendrá presión extra ante el Mad-Croc Fuenlabrada­, el equipo milagro, que regresa al torneo del KO once años después. Un bloque aguerrido, que le puede hincar el diente a los blancos, que han ganado, eso sí, los tres duelos directos esta campaña (ACB y Torneo de la CAM).

En realidad, los de Laso han vencido en lo que va de Liga a todos los presentes en Barcelona (sus derrotas se dieron ante equipos no clasificados: Bilbao­, Estu y Joventut). Si supera el primer escollo, la presión descenderá. Tras el varapalo de Miribilla y los 19 años de sequía de títulos coperos (Sabonis, 1993), nadie le exige ahora que gane. Suena extraño, pero es así.

Hablamos de la Copa de los modestos por el Fuenla, y por el Lagun Aro, a los que el técnico Pedro Martínez ve en la final. No será por falta de experiencia en el equipo de San Sebastián, con Panko y con Sergi Vidal, que suma cuatro títulos y once participaciones. A ambos se les añade el Lucentum, que ha pasado de salvar la categoría tras sudar la gota gorda en 2011 a coliderar la Liga hace unas semanas.

El Banca Cívica recupera a Paul Davis, mientras que Unicaja y Caja Laboral (cuatro títulos en este siglo) están al acecho, no llegan bien, pero protagonizaron la final de 2009 y son dos grandes. La Copa.