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Liga Endesa | Fuenlabrada 57 - Real Madrid 79

El Madrid ahoga sus penas en Fuenlabrada

Clara y, a la vez, trabajada victoria del Madrid ante un Fuenla que acusó la baja de última hora de su máximo anotador, Penney. Los de Laso atacaron bien en estático e impusieron su ventaja física. Conservan el liderato por sólo cuatro puntos, los que le faltaron al Barcelona en su paliza al Murcia.

<b>DOMINIO BAJO EL ARO. </b>Kyle Singler intenta anotar ante Robert Joseph. El alero madridista, que sumó ocho puntos en el primer cuarto, fue de más a menos.
DOMINIO BAJO EL ARO. Kyle Singler intenta anotar ante Robert Joseph. El alero madridista, que sumó ocho puntos en el primer cuarto, fue de más a menos.

Caer de bruces para incorporarse luego es una constante en el deporte. El éxito aguarda al que encaje mejor esos tropiezos, por duros que sean. Y el del Madrid ante el Siena el miércoles fue dolorosísimo, tanto que ahora ve peligrar la Euroliga. Quizá por ello Laso felicitó especialmente a los suyos. Recuperaron la compostura para mantener el liderato liguero.

Ahogaron sus penas y lo hicieron en un derbi, en cancha hostil, ante un Fuenlabrada que llegaba lanzado (seis triunfos seguidos, tres en la ACB), que nunca se rinde, con el coraje por bandera, con unos aficionados que saben llevar al límite de la paciencia al rival, tanto que incluso utilizan a la prensa como arma arrojadiza: un seguidor mostraba al banquillo blanco una crónica del Sienazo. Presionan mucho a los árbitros, saben que alientan a un club modesto y utilizan todas las armas permitidas a su alcance. Sobraron, sí, las dos técnicas seguidas al Fuenla en el minuto 31 (con 47-61 en el marcador), pero el arbitraje no marcó el triunfo blanco. Claro y rotundo.

El Madrid impuso su superioridad física cerca de aro y apabulló en el rebote: 28 a 44. El Fuenla vio venir al morlaco, pero no aguantó su embestida, y menos con la baja de Penney, su mejor anotador, que se marchó a casa con gripe (Barton sigue dado de baja y su futuro está en el aire). Demasiados contratiempos, incluso para el equipo de los milagros. Al final, Porfirio Fisac fue honesto, como siempre: "¿Los árbitros? Criticar a otro cuando uno lo ha hecho tan mal es complicado. No dirigí bien y al equipo le faltó humildad y concentración". La valoración final fue de 36 a 105.

El Madrid movió con criterio el balón, buscó y encontró situaciones de superioridad para sus pívots (Begic, 4 tapones, jugó más que Tomic) y también para Suárez y Singler. Pocos contragolpes, pero acertado control posicional (6 asistencias de Llull, 19 en total). Victoria bien trabajada. Al Fuenla, al menos, le queda próxima la revancha: el 17 de febrero en la Copa.