Carroll se impone en un homenaje al baloncesto

Jaycee Carroll emergió majestuoso en los instantes finales para darle al Madrid un triunfo de mérito en Alicante, en un partido de esos que le congracian a uno con este maravilloso deporte que es el baloncesto. Intensidad, ritmo, canastas de todos los colores, también defensa (pero no obsesiva) y hasta un pelín de polémica sana tuvo esta oda a la alegría.

El Lucentum demostró por qué se le conoce como el equipo milagro o revelación de la temporada y con un fantástico Ellis (27 puntos), que anotó siete de los 15 triples de su equipo, puso en jaque al líder. Pero en el último suspiró, cuando acariciaba ya la machada, se topó con Carroll. El escolta se elevó con rapidez y elegancia, como acostumbra, para pagar con su propia medicina a los de Vidorreta, con dos sablazos desde la línea de 6,75 que daban la vuelta al marcador a menos de un minuto para el final. Del 86-84 al 86-90. Llull, con dos tiros libres, cerraba el 86-92 definitivo con el que el Madrid conservaba el liderato.

El equipo de Laso arrancó como una centella, a la carrera, como le gusta, y empezó a poner tierra de por medio con Singler (bien recibido por su exafición), Suárez y Mirotic, muy finos.

Reacción.

El 19-30 con el que se inició el segundo cuarto apuntaba a paseo para los blancos. No fue así porque llegó el bombardeo de triples alicantinos (Rautins, Dewar, Ellis...) que terminó poniendo a los locales por delante (48-47, min. 19). En la zona, Tomic y Begic imponían su altura ante Ivanov y Barnes, por eso el Alicante buscó el perímetro. Pero el croata y Reyes se agigantaron para hacer posible el momento de gloria de Carroll, que parecía improbable tras ganarse una técnica Llull. Venció el Madrid... y el baloncesto.