Sergio toma los mandos de la apisonadora blanca

El Madrid ha empezado el año con el pie derecho: el miércoles se quitó un peso de encima ante el Barça y ayer cosió a canastas al UCAM Murcia. Decía Suárez en la previa que lo mismo resultaba más difícil ganar este partido que al eterno rival, y lo peor es que podía llevar razón. Los tres tropiezos blancos en esta Liga fueron ante rivales que andaban con el descenso agarrándoles de los pies (Bilbao, Estudiantes y Joventut). Derrotas fuera de casa por ceder en la batalla del ardor guerrero y la concentración.

Pero a la tercera fue la vencida y el Madrid pasó de un pez grande a uno chico sin descolocarse. Bien Tomic, por segundo partido seguido, y magnífico Sergio Rodríguez, que manejó de maravilla a su equipo, en especial en estático, donde dicen que le cuesta más. Todo el partido pasó por su cabeza y sus manos, por sus pases: hasta 8 asistencias. La ventaja final fue de 31 puntos, lo que mantiene al Madrid líder por segunda jornada consecutiva, algo que no había logrado en las otras dos oportunidades que tuvo. Además, del quíntuple empate en cabeza se han caído Unicaja y Lucentum; se mantienen Barça­ y Caja Laboral, aunque los blancos estiran su renta con los azulgrana de +4 a +19 en el basket-average general.

Sekulic. A igualdad de entrega, el talento devoró al Murcia. Luis Guil posee un buen juego interior -enorme Sekulic ante sus ex y mal ayer Augustine-, pero en el perímetro anda justito. El nuevo, Ime Udoka, debutó y coleccionó pitos y murmullos por sus fallos a discreción. No tiene pinta de salvador.

Y en el instante que el arrojo y la atención del Madrid bajó, lo que aprovechó Sekulic para encadenar tres canastas sin réplica (40-56), Laso llamó al orden y le puso cara de ogro a Mirotic por defender mal un bloqueo y continuación. "Tiene cojo...", dijo, y cuando un compañero hizo un apunte, el técnico le espetó: "¡Calla, que tengo para todos!". Vamos, lo que viene a ser una familia. Las notas llegarán en junio, pero, de momento, el equipo disfruta y divierte.