Baloncesto | Real Madrid
Pablo Laso devuelve la ilusión al Real Madrid
Los blancos suben su anotación 4,5 puntos en Liga y 16 en Euroliga
Tras el triste final de la etapa Messina-Molin, la llegada de Pablo Laso como nuevo entrenador no fue precisamente bien recibida por la afición blanca. Pero al técnico vitoriano le han bastado unos meses para cambiar radicalmente la imagen y las sensaciones de la alicaída sección de baloncesto blanca. El miércoles el Palacio de Deportes se llenó (12.888 espectadores), dejando una recaudación récord en la historia del club (200.000 euros) y una victoria ante el Barça que culminó el supersónico proceso de reconciliación entre equipo y público.
Tres factores se antojan fundamentales para esta transformación. Primero, el cambio de cancha, abandonar la inhóspita Caja Mágica por el flamante Palacio. Segundo, la presencia de los NBA, Rudy e Ibaka, que pese a ser temporal reactivó el interés y disparó el número de abonados. Y por último, y más importante, la apuesta de Laso por un baloncesto rápido y ofensivo. Pese a quien pese, una canasta vende más que cualquier defensa y el Madrid está recordando algo que a menudo se olvida en Europa: se puede ganar al máximo nivel atacando sin el freno de mano puesto.
El Madrid es el equipo más anotador de la Liga Endesa (81,8 puntos por partido) y de la Euroliga (87,9). La temporada pasada promedió 77,3 y 71,9 respectivamente. Unas diferencias evidentes que no se han traducido, ni mucho menos, en más derrotas. Los de Laso son líderes de la Liga y acabaron primeros en su grupo de la Euroliga. En los despachos, Sánchez y Herreros acertaron con fichajes adecuados para este estilo, como Carroll y Pocius, a los que la afición adora, y la explosión de Mirotic ha sido la guinda.
Así, en pleno estado de optimismo, la victoria ante el Barcelona era fundamental para el Madrid, que necesitaba pruebas tangibles de que sus buenas sensaciones eran fundadas. La derrota, sin Navarro y con Lorbek a medio gas, no resultó muy dolorosa para los culés; pero la victoria sí era indispensable para el Madrid, perseguido por los fantasmas de su inferioridad indiscutible en los Clásicos de los últimos años.
Logros.
Además, aunque acabó sufriendo, la primera parte fue toda una declaración de principios, anotando 48 puntos ante la mejor defensa de Europa y con el Palacio entregado como no se recordaba. Sería temerario hablar de títulos o cambio de ciclo, pero lo que ya ha conseguido Laso es devolver la ilusión al basket blanco. Y eso ya es mucho.