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"Hasta Nowitzki y Howard querían venir al Madrid"

Laso, Sergio Rodríguez, Carroll, Sánchez y Herreros visitaron AS

<b>SONRISAS EN AS. </b>Sergio Rodríguez y Jaycee Carroll posan durante la visita del Real Madrid de baloncesto a la redacción del periódico.
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El Real Madrid se ha reinventado en dos meses. Del equipo serio y reconcentrado que dejó Messina al veloz y efervescente de Pablo Laso. Los títulos se disputarán en primavera, pero los beneficios ya están llegando, tanto de imagen como económicos. Para repasar este momento dulce, la plana mayor del baloncesto blanco visitó la redacción de AS: Juan Carlos Sánchez (director de la sección), Alberto Herreros (director deportivo) y Pablo Laso (entrenador). Junto a ellos, dos de los jugadores de moda, Sergio Rodríguez y Jaycee Carroll. La alegría del equipo se trasladó a la comida.

"Se han juntado varios factores muy favorables. El estilo rápido que ha impuesto el técnico, un equipo joven y de calidad, el lockout de la NBA que nos ha permitido tener aquí a estrellas como Rudy e Ibaka y el traslado al Palacio de Deportes de Goya. Todo ha sumado y ha cambiado la dinámica. Hubo un tiempo en que las estrellas no veían claro fichar por el Madrid, ahora todas quieren venir, hasta Dirk Nowitzki y Dwight Howard. Ambos se ofrecieron y, si el lockout se hubiera prolongado, creo que hubieran venido", afirma Sánchez.

Mientras, Laso da las razones de su atrevida apuesta: "Es el baloncesto que a mí me gusta y, además, hay que adaptarse a los jugadores que uno tiene y los míos son perfectos para este tipo de juego".

Sergio Rodríguez, seguramente el más beneficiado por el cambio, asiente. "Estoy muy contento por cómo están yendo las cosas. Sé que bastante gente piensa que me equivoqué al irme tan joven a la NBA, pero yo no me arrepiento. Era mi sueño desde niño y lo cumplí. Eso no me lo quita nadie. Quién sabe qué hubiera pasado si acabo en Phoenix con Nash... Aunque entonces igual no estaba ahora tan feliz en el Madrid", valora el canario, que con 25 años vive el mejor momento de su intensa carrera.

En esas llega Jaycee Carroll­, víctima de un GPS traicionero. El estadounidense es extremadamente educado, tanto como para noEl estadounidense es extremadamente educado, tanto como para no reírse ante los escarceos de Roncero con el inglés y, tras disculparse un centenar de veces por el retraso, cuenta cómo va su adaptación a Madrid: "Tenemos dos hijas pequeñas y estamos muy contentos. Tengo cerca cosas buenas de Utah, como las montañas, pero no echo de menos la nieve ni el frío". También se ha estado poniendo al día de la historia de su nuevo equipo: "He estado leyendo sobre Brian Jackson, que estudió en mi universidad, Utah State, y triunfo aquí".

Herreros no oculta su debilidad por el dos veces máximo anotador de la Liga: "Nunca había visto llegar a un jugador al primer día de pretemporada en el estado de forma que llegó Jaycee. Me da una confianza absoluta: si ha fallado cinco triples seguidos y tenemos que jugarnos el partido a un tiro, que lo lance él".

Los piropos a Carroll, que ha pasado de promediar 29 minutos en el Granca a 22 en el Madrid, abren el debate sobre las rotaciones. Laso defiende que son necesarias: "En mis tiempos jugábamos a un ritmo que mi hijo ve ahora partidos antiguos y piensa que es otro deporte. A mí lo que me interesa es que los cinco jugadores que considero más importantes lleguen en las mejores condiciones de cansancio y faltas al final del partido. El quinteto que acaba es para mí el titular, no el que empieza, así que durante el partido voy racionando esfuerzos pensando en el desenlace". Carroll le tira un capote a su técnico: "En la universidad jugaba 38 minutos, pero el nivel era otro. Entiendo que aquí se repartan los minutos". Y sentencia Herreros: "En el baloncesto te enfadas por no acabar los partidos en cancha, no por no empezarlos".

En cualquier caso, la rotación cambiará ahora sin Rudy e Ibaka. Ante la pregunta de si está preocupado por el adiós de los NBA, Laso es contundente: "No. Nada". Luego matiza: "Sabíamos que iba a suceder y estábamos preparados. Ambos han sumado mucho y han sido grandes profesionales, pero ahora seguiremos adelante sin ellos". Siempre que Rudy no regrese de inmediato, como es el deseo del equipo y del jugador, claro. "Ojalá, pero sabemos que es muy difícil. Depende de Dallas", explica Sánchez.

Por el momento, el que llegará seguro es Kyle Singler, que debutará esta semana (el jueves ante el Maccabi o el domingo frente al Estudiantes). Su nuevo entrenador le analiza: "Es un chico muy joven y con mucho talento. Puede jugar de tres o de cuatro, aunque nosotros contamos con él básicamente como alero. Es muy buen tirador y un chico excelente".

Entre salidas y entradas, llega la hora de hacer balance del efecto lockout. Sánchez lo tiene clarísimo: "Ha sido tremendamente positivo. Apoyado por el traslado a Goya, la presencia de Rudy e Ibaka nos ha ayudado a multiplicar por siete el taquillaje respecto al año pasado. Hemos hecho más de 1.800 abonados nuevos y ya hay casi 6.000. También tenemos llenas la Fila 0 (4.000 euros por silla de pista) y la Zona VIP (3.000 euros). Con todo esto, ya nadie en la ACB va a ingresar tanto dinero como nosotros, que nos vamos a ir a unos 11 millones. La temporada pasada, Baskonia y Unicaja nos superaban, pero ya no".

Y en los postres, llega la pregunta del millón: ¿hay equipo para pelearle los títulos al Barça? Laso rehuye individualizar: "Sé que es inevitable hablar de el Barcelona porque es el actual campeón, pero nosotros sólo pensamos en seguir mejorando y, cuando llegue la hora, pelear con quien nos toque, que no será sólo el Barça. Eso sí, por ahora vamos empatados...". Sánchez se moja un poco más: "Tienen un equipazo, pero han hecho bastantes cambios y quizá dependan más de Navarro que nosotros de un único jugador". Carroll no puede contenerse: "Deberíamos haber ganado en la Supercopa, ese partido era nuestro". Y puntualiza Sergio: "Y eso que sólo llevábamos juntos dos días". La cita está marcada para este nuevo Madrid: el clásico del 4 de enero en el Palacio de Goya.