Ibaka comienza su gira de despedida a lo grande

El Real Madrid volvió a galopar en ataque, con un Carroll tremendo, resolviendo en transiciones de escasos segundos, lanzando a canasta siempre que se le presentó una buena ocasión, sin especular. Pero esta vez, además, no hizo agua en defensa, como ante el Charleroi. Luminosa actuación en su estreno en sábado esta campaña, y todo sin el lesionado Rudy Fernández, al que le quedan de blanco uno o dos partidos... de momento. Resultó una prueba de futuro óptima, aunque la estrella fuese otro NBA, Serge Ibaka. Fantástico. "Esto es lo que valgo", vino a decir al final del partido.

Hacía tiempo que no se veía a un equipo entero tan intimidado por un solo jugador. Hasta el utillero andaba mosca por si le caía un gorro de propina. El congoleño rompió al CAI con sus tapones y lo remató con sus mates. Marcó el ritmo y aterrorizó a cualquiera que se cruzara en su camino, tanto miedo metió que la afición de Zaragoza terminó ovacionándole cuando se sentó en el banquillo en el minuto 37. ¿O fue por su buen partido?

No dejó de aportar en ningún instante, pero el impacto más brutal llegó con su puesta en escena mediado el primer cuarto (el Madrid ya ganaba por siete: 9-16). De ahí hasta el descanso firmó 9 puntos, 6 rebotes y 5 tapones, números que no retratan bien el pánico que roció sobre el parqué. Titulábamos en la previa: "Hettsheimeir, un coloso en el camino del Madrid". Pues bien, ese coloso y su magnífica temporada se empequeñecieron ante Ibaka. El brasileño recibió tres tapones y mandó no sé cuántos tiros al limbo por temor a la humillación. Fueron varios los jugadores que se quitaron el balón del medio por evitar el escarnio de Ibaka. Pablo Aguilar sí se atrevió a intentar un mate en sus narices -al menos, valentía-, aunque acabó corneado, o en este caso gorreado, que es lo mismo. Iblocka­ le llaman en la NBA (block es tapón), quedó claro el porqué. Con semejante despliegue físico podría decidir hasta una Final Four, pero no lo veremos porque en una semana volará a Oklahoma. Para muchos lo de los NBA estos meses en Europa ha sido como Bienve­nido, Mr. Marshall­, y tienen razón, qué gran película se ha rodado gracias al tal Marshall.

Pocius y Suárez. Lo malo para el CAI no es que andara lejos del rival, sino que nunca se creyó capaz de plantar batalla (25-45, 30-51, 47-68 y 56-78 como máxima desventaja), ni siquiera antes de que apareciera Ibaka. Pocius arrancó a gran nivel con ocho puntos: 7-16. El lituano y Suárez ganarán en presencia con la marcha de Rudy a Dallas.

Wright sumó con su instinto asesino y Aguilar con sus triples abiertos, en una especie de tregua blanca a los lanzadores rivales. Los de Laso, que castigó a Tomic sin jugar por su indolencia defensiva ante el Charleroi, alargan la mejor racha de esta Liga Endesa a siete triunfos consecutivos. Su victoria final fue sólo por 17 puntos, por lo que únicamente una derrota hoy del Barça les daría el liderato.

Pablo Laso

"Defensivamente estuvimos bien en cosas que habíamos hablado antes del partido. Ibaka jugó a gran nivel, dominó cuando salió, y me alegro porque para él no era fácil adaptarse".

Serge Ibaka

"Me gustaría quedarme más tiempo para mostrar a la gente de lo que soy capaz, pero no puedo hacer nada. Mi paso por el Madrid me ayudará en la NBA".