Había muchas dudas sobre el rendimiento de un Blancos de Rueda que no había logrado dar lo mejor de sí mismo en este inicio de temporada. Dudas que quedaron disipadas en un primer cuarto para enmarcar con el francés Hervé Touré, imparable, como director de orquesta (24 de valoración al descanso). El resultado de esta sorprendente puesta en escena fue un 27-10 que marcó el partido.

El conjunto de Maldonado echó de menos a Jeter y se vio muy superado en la dirección. Oliver, muy por debajo de su nivel, y Bassas, intimidado por Diego García y con las dudas propias de su edad, no superaron en ningún momento a un excelente Dumas, que marcó el ritmo cuándo y cómo quiso.

Cualquier intento de acercamiento por parte de un Obasohan intermitente y por un Eulis Báez consistente e incisivo (llegaron a estar a 10, 77-67), era respondido con calma por un equipo que sólo utilizó ocho jugadores en el partido y que resucitó ayer de sus propias cenizas dando una respuesta de notable ante su público. Joventut, sin acierto, no apareció ayer por Pisuerga.