Baloncesto | Liga Endesa | Real Madrid 78-Cajasol 65
Sergio y Pocius sacan al Madrid de su letargo
Paul Davis no superó la prueba de última hora, pero, pese a la baja de altura, el Cajasol controló el duelo hasta el descanso (31-36). Antes, Joan Plaza se había llevado una gran ovación por sus tres campañas de blanco. El Palacio se acercó al lleno con Florentino en el palco. Mirotic remató.
Dice Joan Plaza que si cuenta con una cualidad como técnico es que consigue que defiendan hasta las piedras. No sabemos si tiene muchas en el Cajasol, pero la aplicación atrás de sus jugadores supone un nudo al cuello del rival. Con Paul Davis de baja -no pasó la prueba-, Bogdanovic, Rubio y Triguero se multiplicaron para minimizar el atómico arsenal interior del Madrid. Y lo consiguió durante casi todo el partido con las ayudas constantes de los bajitos. Con un English inspiradísimo (10 puntos de salida), el Cajasol mandó hasta el descanso (31-36) en un Palacio de Deportes que se acercó al lleno y ovacionó a Plaza. Todo con Florentino otra vez en el palco.
Mirotic rompió desde fuera en el último cuarto con 13 de sus 14 puntos, pero el despertar blanco llegó en la reanudación, "cuando el equipo se dio cuenta de que hay que bajar a la mina", según Pablo Laso. Con otro aire atrás, el Madrid selló un parcial de 20-5 en menos de siete minutos (51-41). Vimos muy incisivos a Sergio Rodríguez y a Pocius. Firmaron entonces entre ambos quince tantos. El lituano mostró una determinación brutal para encarar el aro. Y a su vera, en buena conexión, el tinerfeño, que completó su mejor partido de la temporada. Se lo puso fácil a sus compañeros: siete asistencias, quince en dos partidos. Pero no es cosa de números, sino de chispa, de sensaciones. Y, luego, de más números: con él en pista, el Madrid ganó por 26 puntos. Al alza, aunque la defensa le pasa facturas que a veces no puede pagar.
El Cajasol resistió la embestida del bulldozer blanco y alcanzó vivo el cuarto final, en el que apareció la manita de Mirotic. A Laso le gustó la actitud de Tomic, aunque no sumara. Sin Paul Davis, el Madrid debió buscarle más. Echamos en falta más balones al poste. Hay que esperar, el pastel sigue en el horno.