Se cumplen 20 años del Partizán de Fuenlabrada

Hace casi 20 años que el Partizán de Belgrado pasó a ser conocido como Partizán de Fuenlabrada durante una temporada. El 7 de noviembre de 1991, el entonces club de la antigua Yugoslavia jugaba su primer partido de la Liga Europea, ante el Malinas, en el pabellón Fernando Martín de la localidad madrileña. Obligado por la FIBA a disputar esta competición fuera de su ciudad a causa de la guerra de los Balcanes, el Partizán contó durante cinco meses con el cariño y el apoyo de una afición fuenlabreña entregada.

Con Obradovic debutando en el banquillo y jugadores de la talla de Danilovic, Dragutinovic y Nakic, los serbios fueron campeones de Europa en Estambul con aquel gran triple sobre la bocina contra el Joventut de otro grande, Djordjevic­. En esa plantilla había dos jóvenes promesas, Rebraca y Loncar, que después jugaría en el Estudiantes y el Madrid y que ahora rememora con cariño aquellos días: "Sin saber bien qué pasaba nos vimos jugando en Fuenlabrada, en un pabellón que era fenomenal por aquel entonces", explica el exjugador, que tiene claro que "todo lo bueno empezó allí". "Estaremos agradecidos hasta el final de nuestras vidas porque pasamos el mejor año que yo recuerdo como deportista".

José Quintana, presidente del Fuenlabrada, por aquel entonces era alcalde de la localidad y recuerda muy bien la historia: "Queríamos darle utilidad al Fernando Martín y Dorna nos ofreció la posibilidad de acoger a un equipo yugoslavo. Elegimos al Partizán porque era jóven, como la ciudad. Al primer partido fueron mil personas, pero desde el segundo hubo lleno. Era nuestro equipo", dice Quintana, quien cree que "la denominación Partizán de Fuenlabrada hace justicia tanto a la ciudad como al equipo, cuya actitud y disponibilidad fue intachable".

Homenajes.

Canal+1 emitirá mañana en Informe Robinson (22:05) un documental sobre este hecho histórico que impulso el baloncesto en Fuenlabrada, cuyo preestreno tuvo lugar ayer en su Ayuntamiento, donde el club presentó las camisetas conmemorativas, blanca y negra como las del equipo balcánico, que usará en la Eurochallenge.