Liga Endesa | Real Madrid 88 - Fuenlabrada 70
El Madrid se pone líder en el estreno de Rudy
El Madrid volvió ayer por la mañana al Palacio 13 años después y, por la tarde, le tocó el turno al Estu de Pepu y Jiménez. Más de 20.000 personas en la cancha de la calle Goya entre los dos partidos. Jornada ilusionante, doble triunfo local y liderato madridista.
Después del doble estreno de ayer, el de Rudy y el del Palacio, los madridistas encuentran motivos para ilusionarse. Alguno incluso cerró los ojos para recordar el Palacio antes del incendio de 2001, muchos años antes, y a un escolta con el 5 en la espalda y el pelo alborotado pidiendo el balón para subirlo como un demonio. Para recordar a Petrovic en 1988. Al abrir los ojos vio a Rudy repitiendo gesto 23 años después. Fue una mañana de ilusión y nostalgia para la hinchada blanca, de vuelta a la que fue su casa hasta 1998. Otra vez líder.
Aunque nadie resiste la comparación con el genio de Sibenik, Rudy es mucho jugador. Debutó en partido oficial después de tres amistosos y una semana de baja con lumbalgia y, en 17 minutos, se fue hasta los 12 puntos pese a que se le salió algún triple. Más allá de la puntería, lo que levanta a la grada y a su equipo es la energía que transmite, actividad continua para rebotear, robar y lo que se tercie. Pisó el parqué en el minuto 9 y, junto a Llull y Mirotic, puso en órbita al Madrid en el inicio del tercer cuarto, justo cuando la torre Sené empezó a desfallecer (erró seis tiros libres seguidos, dos de ellos tras mandar los árbitros repetirlos, y las chanzas del público acabaron por abatirle). Era clave con Ayón ausente, pero fuera de forma sólo aguantó seis minutos y medio.
Los de Laso firmaron entonces un parcial que, con la rotación a pleno pulmón, se estiró hasta un 21-5 para alcanzar un +19: 45-26. Mucho tuvo que ver Llull, que entró con 8-11 para el Fuenla y lo puso todo patas arriba. Engranó otra marcha; tiró, pasó... Notable en la dirección.
El Madrid, sin embargo, no atrapó el liderato hasta el último cuarto porque se durmió tras el descanso y encajó 30 puntos en diez minutos. Penney las enchufaba de todos los colores, pero el Fuenla no pasó del 59-53. Se la jugó con bajitos (Fisac le echó imaginación) y naufragó en el rebote y en el tiro de dos (38%). Para el final quedó la exhibición de Mirotic, que destapó todo su arsenal cerca del aro. Un derbi en el Palacio, otra historia.