Las tablas
Una Selección sin motivos para la queja
¿Cuál es la queja?A cuatro días del Eurobasket se nota un clima de satisfacción no completa, una ligera duda difícil de explicar. Las redes sociales reconocen la superioridad sin despegarse de un misterioso recelo, como si para ganar no nos sobraran los motivos. Los Gasol han rendido bien juntos y están listos, al igual que su socio Navarro. Ibaka es el fichaje del Eurobasket, Ricky está desmintiendo a detractores y el equipo se viste despacio para las prisas de la competición. Esto es mucho más de lo que puede poner sobre la mesa cualquier rival.
El descarte. Hace ocho o nueve años Scariolo me insistía en que los Nets finalistas de la NBA jugaban con dos aleros pequeños (Kittles & Jefferson) para fundamentar su entonces convicción de que el alero alto, una modernidad de los ochenta y una necesidad en los noventa, era algo ligeramente trasnochado. Cualquier descarte entre cinco o seis jugadores podría tener su fundamento y cualquiera deja un vacío. Ya no podremos poner en pista juntos a un tres alto y a un cuatro abierto, pero quizás no nos llegue a hacer ni falta. Si ganamos nadie reparará en que se haya sacrificado y negado a Carlos Suárez tres veces sin que el gallo haya cantado.
Manejar la fatalidad.El repentino fallecimiento del padre de Felipe Reyes ha golpeado emocionalmente al equipo. Una tragedia así conmueve y sacude ánimos hasta lograr que el mar afectivo en el que ha navegado este grupo durante años ya nunca vuelva a ser el mismo. Lo lógico, entre gente de probada madurez e inteligencia, es que este infortunio les haga más fuertes y añada un nuevo sentido a su brújula triunfadora.